Enrique Lacalle
Un acuerdo imposible
En el debate de investidura, Pedro Sánchez afirmó que su pacto es «una enmienda a la totalidad a su política económica». Una política que ha devuelto a España a un crecimiento por el que ningún organismo internacional apostaba en 2011. Entre 2012 y 2015, las estimaciones de crecimiento se revisaron más de seis veces al alza y la creación de empleo estimada se duplicó. La excusa de «recuperar» el gasto social es falsa, cuando España lo ha mantenido a toda costa a niveles máximos históricos (290.000 millones anuales) a pesar de la crisis y un desajuste fiscal acumulado en ocho años de más de 550.000 millones.
Al defender un acuerdo que supone más déficit, más gasto burocrático y más impuestos, los responsables nos explican que «un ajuste de 10.000 millones en lo que queda de año nos llevaría directos a la recesión». ¿Hacer un ajuste de menos del 2,2% en un gasto de 435.000 millones nos llevaría a la recesión, pero subir la presión fiscal y crear más cargas no? Por favor. Son personas muy preparadas y saben que no es así.
Es increíble que se nos alerte del efecto «pernicioso» de reducir un gasto que no apoya el crecimiento, y se ignore el efecto devastador de aumentar la presión y el esfuerzo fiscal a familias y empresas. Hablar de un ahorro «a medio plazo» de 5.000 millones de euros por eliminar diputaciones mientras se aumenta gasto corriente en unos 25.000 millones y subir impuestos sí que nos lleva de vuelta a una recesión que ningún banco central disfrazará.
Da la impresión que han acordado una especie de «lasagna» de capas de medidas intervencionistas y liberalizadoras que se anulan entre sí. Introducir, entre incuestionables medidas positivas, la creación de decenas de entes burocráticos y rigideces a mayor gloria de un gasto público que ha aumentado un 41% desde 2004 llevaría a otros cuatro años de desajuste fiscal excesivo, como explica Moody’s. Aumentará el déficit estructural penalizando a los creadores de empleo y riqueza. Un aumento de cargas a más del 80% de los autónomos.
No sabemos si deroga o no la reforma laboral, unos dicen que sí y otros que no, ni siquiera si se eliminan diputaciones. Sánchez lo omitió deliberadamente en su discurso. Lo que sabemos es que incumpliremos el déficit también en 2019 con las mismas políticas de gasto y represión fiscal que han fracasado en toda Europa.
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