Podemos
Una grave denuncia
La denuncia de la Asociación de la Prensa de Madrid, que preside Victoria Prego, contra Podemos tiene pocos precedentes. Acusa con especial dureza al partido de Pablo Iglesias de acoso a los periodistas críticos, a los que, según la nota, amenaza y amedrenta de forma personal y a través de las redes sociales. La gravísima denuncia contra el comportamiento del nuevo partido político que aspira, según sus dirigentes, a gobernar en España, no se basa en el testimonio de un periodista aislado, que merecería, por lo demás, toda la consideración y amparo, sino en el de una decena de periodistas y las correspondientes pruebas documentales que estos han aportado. O sea, según parece, estamos ante un asunto de la mayor importancia que merecería la máxima transparencia, sin ocultar ninguna prueba, dando la oportunidad de defenderse a los inculpados –defensa que ya han iniciado con especial agresividad sin reconocer las acusaciones– y la constitución inmediata de una comisión de investigación en el Parlamento. Si es verdad que hay presiones indebidas y sistemáticas de un partido político contra la libertad de expresión, con acosos y amenazas a los informadores, se debería además dar cuenta de los hechos a la Fiscalía del Estado. Estamos ante uno de los fundamentos sagrados de la Constitución y del Estado de Derecho.
Es un hecho que los distintos poderes tienden a coartar aquí y en todas partes, con variados y a veces sutiles métodos e instrumentos, la libertad de expresión y comunicación en los medios. De hecho, esta libertad es apenas una leve corriente que se abre paso a duras penas entre los grupos de presión económica y los grupos de presión política. Pero lo que denuncia la Asociación de la Prensa, que acostumbra a dar muestras de ponderación y prudencia, sobrepasa todas las presiones. Hace tiempo que venían ocurriendo encontronazos en público de Iglesias con distintos periodistas, con desprecio evidente de la prensa por considerarla un poder fáctico no elegido. No muy distinto de lo de Trump. La defensa, si no la connivencia, que hace Podemos del corrupto régimen de Venezuela, cuyo ataque sistemático al pluralismo informativo y a la libertad de expresión es una de sus características más notorias, hace que esta denuncia adquiera una dimensión más inquietante. El argumento que corre por las Redacciones es: si el partido de Pablo Iglesias, Monedero, Echenique, etcétera, amenaza ahora con malas artes a los periodistas críticos, a los que descalifica, ridiculiza o amedrenta, ¿qué haría cuando alcanzara el poder? A muchos esa posibilidad les da miedo. Me parece que éste es el verdadero trasfondo de la grave denuncia de la Asociación de la Prensa de Madrid, de la que se han hecho eco inmediato, con razón, los principales medios de comunicación. Tendría que ser Podemos el más interesado en aclarar su comportamiento en este campo y en disipar de una vez las sospechas y los temores.
✕
Accede a tu cuenta para comentar