Cástor Díaz Barrado

Vaya visita

La Razón
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El paso de David Cameron por territorio español en Gibraltar no ha tenido trascendencia alguna. Esto es una muestra más de que la comunidad internacional en su conjunto da por sentado que Gibraltar es territorio español y que se trata de un territorio ocupado militarmente por Reino Unido. Se podría haber ahorrado la visita y debería esperar a que las autoridades españolas le inviten a visitar nuestro territorio. El deterioro de la política exterior británica es profundo y sólo el hecho de ser la primera fuerza militar de Europa es lo que asegura que siga controlando militarmente una parte del territorio español. Todo forma parte de los desatinos en política exterior que no conducen a ningún lugar. La inconcebible alianza de Estados Unidos con Gran Bretaña en estas materias hace también que el Gobierno norteamericano se encuentre aislado en Latinoamérica al apoyar la ocupación británica de las Malvinas. Las autoridades británicas deben reflexionar y abandonar progresivamente los territorios ocupados de Gibraltar y Malvinas. Ni tan siquiera se discute ya como una cuestión jurídica. Los estados que conforman la comunidad internacional no están interesados en que se mantengan estas situaciones coloniales. La retirada de las tropas británicas de Gibraltar es necesaria y debe iniciarse, cuanto antes, la incorporación de ese territorio a España donde reina la democracia tanto en el plano interno como en el marco de la política exterior. La crisis interna que vive Reino Unido repercute en su política exterior y hace que se repliegue hacia posiciones muy intransigentes. La nueva sociedad internacional da por descontado el retorno de Gibraltar a España y sería preciso un gesto de Reino Unido. El presidente español y el primer ministro de Reino Unido deberían anunciar conjuntamente, en el mismo acto, que ambos Estados han acordado que, con fecha 1 de enero de 2017, las tropas británicas abandonarán Gibraltar y que un acuerdo regulará la retrocesión de ese territorio a España. La comunidad internacional no espera otra cosa si no que desaparezca esta situación colonial y que el pueblo español pueda ejercer plenamente su derecho a la autodeterminación.