Sin Perdón
¿La economía va como una moto?
«No existe una política rigurosa destinada a controlar y luego reducir el gasto innecesario»
Hoy me había propuesto no escribir sobre Sánchez, pero no he podido resistir la tentación tras escuchar otra vez la frase “la economía va como una moto”. He de reconocer que no me gusta este término coloquial teniendo en cuenta la inflación, las incertidumbres que se ciernen sobre el horizonte, la subida de tipos que ha encarecido las hipotecas y el brutal endeudamiento público. No falta mucho para que se apliquen las reglas fiscales. La brillante estrategia económica se sustenta, precisamente, en unos incumplimientos, acordados por los países europeos, que son una barbaridad. No existe una política rigurosa destinada a controlar y luego reducir el gasto innecesario. La colonización del sector público empresarial es otra barbaridad, que se une a las disparatadas leyes aprobadas por la imposición del radicalismo ideológico gubernamental. Por supuesto, el último dato de inflación es positivo y la economía va bien, inmersa en una inquietante paradoja, porque la deuda pública sustenta el crecimiento. Es tan irresponsable el optimismo exagerado como el catastrofismo.
Hace tiempo que soy pesimista, porque he llegado a la conclusión de que nunca se adoptan las reformas profundas que necesita la economía para acabar con los déficits que sufre. Es cierto que contamos con empresas bien gestionadas que han sido capaces de afrontar las sucesivas crisis con éxito. No voy a restar mérito al esfuerzo colectivo de la UE para impedir el desastre durante la crisis pandémica. Ahora afrontamos el multimillonario gasto militar provocado por la Guerra de Ucrania que está favoreciendo, sobre todo, al complejo industrial estadounidense y, en menor medida, al europeo. A pesar de la euforia provocada por la fracasada rebelión de los mercenarios del grupo Wagner, nada indica que el conflicto bélico tenga visos de finalizar. La contraofensiva ucraniana no ha mostrado fuerza y profundidad más allá de un limitado movimiento del frente. Es la operación militar más anunciada de la Historia. Su éxito se circunscribe al frente mediático y a los materiales audiovisuales que ofrece el ejército ucraniano en las redes sociales, así como a la vertiginosa actividad de Zelenski para conseguir armamento y dinero que pagamos, sobre todo, los europeos.
Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
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