El Papa no ha cambiado la doctrina del aborto

La decisión de Su Santidad, expresada en la carta apostólica «Misericordia et misera», de otorgar a todos los sacerdotes de manera indefinida la facultad de absolver a quienes hayan cometido el pecado del aborto o lo hayan procurado, no significa cambio de postura alguna en la Iglesia con respecto a un pecado que se considera muy grave y que comporta excomunión por tratarse de la muerte de un inocente. El aborto no pierde su cualidad de crimen contra Dios y los hombres en la doctrina católica, y así lo ha querido exponer con toda claridad el Papa. El cambio, de inocultable calado y que será un hito del Pontificado de Francisco, refuerza la «moral sacramentaria», subrayando que la absolución penitencial se imparte «in Persona Christi», es decir por el propio Cristo, y no por el sacerdote en su representación. Principio que entraba en discordancia con el hecho de que sólo obispos y penitenciarios pudieran confesar pecados muy graves, dado que es Cristo quien perdona. Con esta decisión, Francisco remarca no sólo que la misericordia del Señor no tiene límites, sino que es rasgo esencial de la fe cristiana y principio rector de su Iglesia. Desde su elección, el Papa siempre ha insistido en la necesidad de que la Misericordia reine en el día a día de los cristianos.