España
Garantía de estabilidad
La Monarquía es una institución central en la historia de España, clave para entender nuestro sistema constitucional y uno de los periodos de mayor prosperidad. Recurrir al papel jugado por Don Juan Carlos en la restauración democrática para argumentar su vigencia no es sólo hacer justicia –algo, por otra parte, que debe ser reconocido con generoridad–, sino admitir que la Corona es la institución que ha dado equilibrio a la sociedad española, por encima de los cambios de gobierno, y que sigue unida a nuestro devenir. Según una encuesta que publicamos hoy, un 80,8% reconoce que la figura del Rey ha sido fundamental para construir una sociedad democrática en España. De los 76 años que cumplió ayer, sin duda los mejores los ha dedicado a su país. La estabilidad, que ha sido uno de sus grandes logros, no es una fórmula que neutraliza a las fuerzas políticas, sino que pone por delante el interés general de la nación más allá de las legítimas pugnas políticas. En este sentido, la monarquía constitucional ha unido su destino a un proyecto de país fuerte, unido y próspero en el que nadie sobra y todos tienen mucho que aportar. La Constitución del 78 fue la obra de un gran consenso basado en un proyecto de país y Don Juan Carlos fue su gran valedor. Si la Monarquía ha sido clave en momentos difíciles, tampoco es ajena a los grandes problemas actuales, muy al contrario. Lo importante es saber reaccionar a las demandas de la sociedad en un momento en el que se pide mayor eficacia para resolver los problemas de la ciudadanía; adaptación a un mundo globalizado y cambiante y transparencia en la gestión de los asuntos públicos. Aunque es sabido, conviene recordar que las monarquías parlamentarias europeas son un seguro de modernidad y tolerancia. En este sentido, Don Juan Carlos, en tanto que ha sido uno de los arquitectos de la Transición española, sabe que la unidad de España se fundamenta en garantizar los derechos de todos sus ciudadanos, respetar los estatutos de autonomía como pieza articuladora de la Administración, hacerlos partícipes de las responsabilidades de Estado y exigir lealtad a los responsables políticos.En una encuesta que publicamos hoy, un 64,9% considera que el Rey es una garantía de la unidad de España y que, por la sensibilidad y conocimiento demostrados, es el mayor valedor de este proyecto en común. En su último mensaje de Navidad asumió la necesidad de que la clase política recupere la confianza de la sociedad y que sea vista como modelo de ejemplaridad pública, y de manera especial la Casa Real, somentiéndose a la Ley de Transparencia que impulsa el Gobierno. Sobre esta cuestión, un 57,6% de los encuestados opinan que el Rey está totalmente implicado en llevar a la práctica esta norma.
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