Atenas

Grecia debe seguir en la UE

El anuncio de elecciones legislativas en Grecia el próximo día 25 y la posible victoria de Syriza, un partido izquierdista que propugna cancelar una parte de la deuda del país, medida que supondría incumplir los acuerdos comunitarios, ha disparado todas las alarmas. El dirigente de esta formación, Alexis Tsipras, ha intentado tranquilizar a los funcionarios de Bruselas y del Banco Central Europeo, pero no lo ha conseguido. El FMI anunció que suspendía el rescate si un futuro gobierno de Syriza no moderaba sus posiciones, lo que querría decir aplazar el plan de ayuda previsto, de 29.000 millones, y, de manera inmediata, 1.800 millones, cuyo desembolso vencía a finales del año pasado. Ahora, Angela Merkel ha dado un paso más de importante calado político: tanto ella como el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, ven viable una salida del euro por parte de Grecia. Esta postura ha sido adelantada en un artículo publicado ayer en el semanario «Der Spiegel», lo que puede interpretarse como una medida de presión, pero también como un cambio en la posición oficial de Alemania ante el rescate griego, que estaba basado en dos puntos: que Grecia debía seguir perteneciendo a la zona euro y que, por lo tanto, debía cumplir su política de ahorro fiscal. El cambio se sustenta en el hecho de que «el peligro de contagio es limitado», ya que Portugal e Irlanda han saneado sus cuentas y no hay riesgo de que se produzca un «efecto dominó»; por otra parte, ahora se dispone del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) como un sistema efectivo de rescate. Hace unas semanas, Schäuble había advertido de que un abandono de las reformas en Grecia supondría poner en peligro los acuerdos de Atenas con la UE. En nuestro país, podemos espera la victoria de Syriza para reivindicar el modelo de política económica que ellos aplicarían. No es recomendable copiar las experiencias de otros países, y menos en el caso de Grecia, cuya deuda y sistema productivo no tienen nada que ver con los de España. En contra de lo que dice Syriza, fuera de la UE Grecia no va a recuperar su soberanía nacional porque deberá acudir a otros mercados para financiarse, y baste recordar que el capital chino se hizo con el estratégico puerto de El Pireo. La lectura política que se puede hacer de la propuesta de Merkel no es una victoria para los intereses comunitarios, pues sería la primera vez que un país abandona la Unión, lo que supondría un serio golpe para un país que ocupa un lugar fundamental en el mapa político del continente: ingresó en la UE en 1981 (España lo hizo en 1986) y es miembro de la OTAN desde 1952 (el mismo año que Turquía, su enemigo musulmán histórico). Y no hay que olvidar que Reino Unido prepara un referéndum que decidirá su salida de la UE para antes de 2017. Por lo tanto, la estabilidad política en Grecia asegura la del conjunto de Europa.