Mas y la hoja de ruta de la ANC

Hasta ahora, Artur Mas ha seguido al detalle la hoja de ruta planteada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) para conseguir la secesión. De seguir esta supeditación, el próximo 9 de noviembre se celebraría un referéndum y el 23 de abril de 2015, día de Sant Jordi, se declararía la independencia de Cataluña, según los planes de la ANC. ¿Seguirá el Gobierno de la Generalitat dicho itinerario? En varias ocasiones, responsables de CiU –ya no digamos de ERC, partido en el que milita la presidenta de esta organización– han manifestado su plena coincidencia y deuda. No hay que olvidar que las grandes manifestaciones del 11 de septiembre, en 2012 y 2013, fueron organizadas por la ANC y el propio Mas reconoció que su apuesta inequívoca por la ruptura del marco constitucional y la independencia responde a que fue arrastrado por estas movilizaciones o, según sus palabras, porque «interpretó el sentir popular». ¿Sigue Mas arrastrado por un movimiento popular y asambleario sin representación parlamentaria o se protege detrás de él? El próximo 5 de abril, la ANC celebra la asamblea en la que decidirá la nueva hoja de ruta y será allí donde se decida la movilización de la próxima Diada con el objetivo de convocar un referéndum, aunque sea ilegal. El itinerario, cuyo documento se titula «Hoja de ruta 2014-2015», detalla milimétricamente cada paso y todos los supuestos, hasta la declaración unilateral de independencia, que podría hacer el Parlament después de unas elecciones plebiscitarias o incluso a través de una «asamblea de cargos electos» (diputados en las Cortes y en Europa), en el caso de que «la Generalitat sea intervenida política y jurídicamente por el Estado español». Pero el momento en el que sin duda la ANC demuestra su delirio y se sitúa peligrosamente contra el Estado está en que, tras la declaración de independencia, se deben hacer «actos de ejercicio de soberanía», como el control de las grandes infraestructuras, puertos, aeropuertos, seguridad pública y comunicaciones. ¿De verdad Artur Mas puede seguir a esta organización que con tanta precisión ha diseñado un golpe de mano? En este contexto, la Fiscalía está trabajando para estudiar todas las iniciativas que promueva la ANC, con todas las consecuencias. Ayer, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, fue clara: el Gobierno velará «por el respeto a la Ley y a los tribunales, por la vigencia de la Constitución y la supremacía del Estado de Derecho, por los derechos de todos los españoles y de todos los catalanes». Mas dice que busca el diálogo, pero lo cierto es que no ha mostrado ningún gesto convincente. Qué más da que el presidente de la Generalitat de Cataluña utilice a a la ANC o que ésta instrumentalice a Mas. Lo grave es que hablamos de una organización que bordea la ilegalidad.