Poner orden en Madrid

En un gobierno normal hace tiempo que Carlos Sánchez Mato, delegado de Economía en el Ayuntamiento de Madrid, debería haber sido relevado. Han sobrado razones para ello:desde su imputación por el caso del Open de Tenis a su ineficiencia e impericia en la gestión del presupuesto pasando por el incumplimiento premeditado de la Ley y el pulso estúpido que decidió mantener con el ministro Montoro. Ayer, como consecuencia de su reincidente voluntad de no cumplir la regla de gasto y de declararse en rebeldía frente a las exigencias de la Ley de Estabilidad, el Ministerio de Hacienda acordó intervenir las cuentas del consistorio capitalino que tutelará semanalmente para controlar que el Ayuntamiento se atenga a las normas. Carmena es corresponsable de los desmanes de su concejal pues ambos hicieron caso omiso de los avisos del Ministerio. No cabe esperar de ambos un gesto final de cierta integridad.