
Sin Perdón
¿Feijóo tiene que rescatar a Sánchez?
«El PP es un partido de Estado, algo que el PSOE ha dejado de ser gracias al sanchismo»
Al margen del fervor de los hagiógrafos gubernamentales, la realidad es que Sánchez tiene un panorama muy oscuro, aunque consiga agotar la legislatura. A diferencia de lo que sucede en Alemania, donde existe patriotismo y no personalismo, en España no es posible una gran coalición. Hubiera sido lo normal cuando el PSOE perdió las elecciones, pero la vida política española, el futuro de las instituciones y la integridad del Estado de Derecho gira alrededor de las ambiciones de un solo hombre, la camarilla que le rodea y sus voraces aliados. Desde la amnistía a la cesión de las competencias en inmigración, se van sucediendo las cesiones sin importarle las consecuencias futuras. Con la ayuda del sanchista Cándido Conde-Pumpido, que refleja el descarado asalto a las instituciones, y la poderosa izquierda mediática, que La Moncloa engrasa con enorme generosidad, consigue resistir, aunque sumido en una gran inestabilidad y sin capacidad para aprobar unos presupuestos. Es absurdo que reclame la ayuda de Feijóo mientras sus huestes se dedican a atacarlo con una perseverancia implacable.
El PP es un partido de Estado, algo que el PSOE ha dejado de ser gracias al sanchismo, y es fácil presionarlo para que ayude gratis total en algunos temas como sucede con el incremento del presupuesto de defensa. Es un grave error que Feijóo rescate a un enemigo tan implacable como falto de escrúpulos. No hay más que leer o escuchar al aparato propagandístico del sanchismo para entender que no hay bálsamo que sea capaz de cerrar ese odio de una izquierda fanática y radical. Es bueno recordar lo que están haciendo, aunque sin éxito, contra Ayuso llegando al extremo repugnante de utilizar a los ancianos muertos en las residencias durante la pandemia, así como intentando destruirla con la operación de las cloacas del Estado contra su pareja. Es un PSOE con el que no es posible pactar nada. Otro ejemplo es la utilización de la tragedia de la DANA en Valencia para compensar los escándalos de corrupción que afectan a su familia, su partido y su Gobierno. Le ha servido, también, para esconder las responsabilidades de varios ministerios que no fueron eficaces en esta materia. Por tanto, Feijóo no tiene que olvidar que el objetivo de Sánchez y sus aliados no es ganarle sino destruirlo.
Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).
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