Sin Perdón

El fracaso de la izquierda alemana

Al final, el secretario general del PSOE es el líder, dicho irónicamente, de un socialismo que habrá que proteger porque parece una ideología en vías de extinción

Las elecciones alemanas muestran la decadencia de la vieja política y el clamoroso fracaso de la izquierda. La fuerza de la derecha radical de Alternativa para Alemania es un dato fundamental en esta resituación del espectro político, ya que ha doblado los votos de las elecciones de 2021. Al igual que no utilizo la palabra ultraizquierda hago lo mismo con ultraderecha. No estoy dispuesto a comprar la basurilla propagandística de la izquierda política y mediática. Otra cosa es que respeto que cada cual utilice los términos que quiera, aunque no elijan ese activismo ideológico con el comunismo o los antiguos dirigentes del aparato político y militar de ETA. Es una contradicción interesante. Los cordones sanitarios se establecían para prevenir o contener epidemias impidiendo el paso de personas o mercancías. Por tanto, era una medida jurídica, propia del siglo XIX, que servía para hacer frente a enfermedades. Con la maldad y el sectarismo que utiliza habitualmente la izquierda, desempolvó esta idea del cajón de la historia como maniobra para impedir la formación de gobiernos de derechas aduciendo de que es necesario marginar a lo que denominan «ultraderecha».

Ha funcionado en muchos países, aunque España es la anomalía porque el PSOE gobierna con comunistas, independentistas y los herederos de ETA. Es algo que no pasa en el resto de Europa. En Alemania tienen la opción de las grandes coaliciones o hacerlas con los verdes y los liberales. La política tradicional elige excluir a las formaciones francesas y alemanas de ultraderecha. A diferencia de los periodistas y politólogos de Wikipedia no soy experto en esos partidos y no he leído sus programas electorales. Las características personales de algunos de sus dirigentes, cuyas parejas provienen de la inmigración, me llaman la atención. No tiene nada que ver con lo que he estudiado sobre el nazismo o el fascismo. Es cierto que resulta irrelevante, porque la operación propagandística ha dado resultado y es impensable que la derecha tradicional pueda negociar con ellos cualquier tipo de acuerdo. Un aspecto positivo es el fracaso del insulso Scholz, el socio de Sánchez, que ha sido un desastre espectacular, como sucedió con Biden. Al final, el secretario general del PSOE es el líder, dicho irónicamente, de un socialismo que habrá que proteger porque parece una ideología en vías de extinción.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).