
Alta participación
El conservador Merz gana las elecciones en Alemania
El futuro canciller alemán llama a negociar rápido un Gobierno porque «el mundo no nos espera»
Friedrich Merz, el viejo enemigo de Angela Merkel, será el próximo canciller de Alemania. Su partido, la Unión Cristianodemócrata ganó las elecciones federales anotándose un holgado 28,6% de los votos, en línea con lo que venían diciendo las encuestas de estimación durante los últimos días. Unos sondeos que tampoco fallaron con las predicciones para Alternativa para Alemania. El partido ultra alcanzó la segunda posición con un 20,4% de las papeletas y llevará hasta el Bundestag a 149 diputados convencidos en defender un ideario contrario a la migración y al concepto de Europa. La mayor derrota es para el Partido Socialdemócrata (SPD) del todavía canciller Olaf Scholz que se deja casi diez puntos y, aunque se coloca por encima del partido de Los Verdes, suma un pírrico 16,3%. Todo un fracaso para uno de los partidos más veteranos del país y que coloca a Scholz ante la encrucijada que decidirá su futuro político. Ahora, tras tres años de coalición tripartita y de su fracaso prematuro, Alemania se enfrenta a un nuevo tiempo político.
"Hemos ganado estas elecciones federales", exclamó un exultante Merz ante los numerosos seguidores que se congregaron en la Casa Konrad Adenauer -la sede en Berlín del Partido Cristianodemócrata (CDU)-, para celebrar la victoria conservadora. "Soy consciente de la responsabilidad que tengo ahora por delante", agregó el líder que sabe de la necesidad de formar un gobierno lo antes posible. "El mundo exterior no nos está esperando". Durante la campaña electoral, la Unión se centró inicialmente en la política económica, pero después del atentado en Aschaffenburg cambió su tono y colocó una política restrictiva de asilo e inmigración en el centro de su campaña. Favorito en las quinielas desde el principio, Merz prometió un cambio de política y logró ganarse cierta calidad de canciller, a pesar de sus bajos índices de popularidad. Ahora, con esta victoria, Merz puede hacer planes para su primer cargo gubernamental: la cancillería.

La AfD es uno de los grandes vencedores de las elecciones. Duplicó el resultado que alcanzó en las elecciones de 2021, un récord para este partido a nivel federal lo que, según varios analistas, se debe a la figura de su candidata, Alice Weidel, que poco después de saberse estas cifras se refirió a un "éxito histórico". Era lo esperado. Durante la campaña, la AfD se benefició del clima de crisis, del descontento con las políticas gubernamentales y del miedo de mucha gente al declive social y a la inmigración. Con Weidel al frente, esta formación ha sabido salir de la esfera más radical para llegar a más ciudadanos. No obstante, la Oficina Federal para la Protección de la Constitución sigue clasificando a algunos sectores de la AfD como “extremista de derecha” y de ahí que todos los demás partidos con representación en el Bundestag hayan descartado firmar alianzas con ellos.
Olaf Scholz admitió el fracaso del SPD. "Este es un resultado amargo y también es una derrota electoral", aseguró. El canciller se hizo responsable de esta debacle que convierte a su formación en la tercera más votada aunque, con el 16,3%, se anota el peor resultado desde 1890, lo que representa una pérdida masiva de la confianza de los votantes desde su victoria electoral en 2021, cuando obtuvieron el 25,7%. El SPD y el canciller Scholz son los grandes perdedores de la coalición tripartita. Durante la campaña electoral no lograron ningún avance y el relato de los éxitos conseguidos durante su legislatura no fueron nada convincentes.

Los Verdes son el único de los tres partidos de la pasada legislatura que ha mantenido su resultado de 2021. Con Robert Habeck al frente, alcanzaron el 12,4% con su defensa de la protección del clima y del medio ambiente. Un éxito que pudo haberse debido en parte a Habeck, quien amplió el enfoque temático del partido, lo movió más hacia el centro político y se presentó como un pragmático capaz de formar alianzas durante la campaña electoral.
La izquierda de Die Linke, que se creía prácticamente muerta, pudo resurgir de la manos de sus líderes Heidi Reichinnek y Jan van Aken que, con un 8,5% de los votos, sentarán a 62 diputados en el Bundestag. Algo que lograron mediante una campaña electoral centrada en la justicia social y en un discurso específico y exitoso dirigido a los votantes más jóvenes, en particular a través de las redes sociales.
El FDP, el partido del liberal Christian Lindner, queda fuera del Parlamento al anotarse el 4,7%. Fue el partido peor parado del tripartito lo que se tradujo en una enorme pérdida de confianza. Incluso en sus áreas políticas más fuertes, como la economía y las finanzas, no lograron convencer a la ciudadanía. La misma suerte corrió Sahra Wagenknecht y su alianza BSW que, con el 4,9%, no llegará a Bundestag después de los éxitos cosechados en las elecciones regionales de Alemania del este. Ahora, con este resultado muchos ven el futuro de Wagenknecht fuera de la esfera política.
Con el escrutinio se pone fin a una campaña electoral corta e intensa que arroja a Alemania a la complicada tarea de formar un gobierno en tiempos de crisis. Hay un estado de ánimo extremadamente negativo en el país y muy pocas personas miran actualmente al futuro con confianza debido a la crisis, al miedo a perder el empleo o a la inflación pero también por la cuestión de la inmigración y la seguridad. Alemania está preocupada por el estado de la democracia y ahora espera un gobierno estable del centro democrático que sepa encarar las crisis y guerras internacionales en un orden mundial cada vez más inestable en el que antiguos socios como los Estados Unidos se están distanciando.
✕
Accede a tu cuenta para comentar