Mirando la calle

Por generosidad o por necesidad

«¿No deberíamos reclamarle a los políticos que se ocupen de los MENAS de verdad?»

Desde diversas localidades de toda España llegan quejas respecto a los centros de MENAS. Nadie los quiere porque conllevan inseguridad y agresiones. La última en protestar ha sido la del Vellón, de Madrid, donde desde hace muchos años los vecinos conviven con varios marroquíes, que jamás han supuesto ningún problema. Ahora se lamentan, sobre todo, del comportamiento del grupo de MENAS de esa nacionalidad, que se encuentra en el centro ubicado en su pueblo. ¿Es que son todos delincuentes? No. En absoluto. En todos los centros de MENAS hay chicos estupendos y otros, que no lo son tanto. Vienen con grandes cicatrices de vida de sus países: familias desestructuradas, precariedad… Y se desesperan al no encontrar en España el paraíso que esperaban. Cuentan con casa y comida, pero… ¿acaso las autoridades les ofrecen alguna posibilidad de integración? ¿Qué clase de regalo envenenado es acoger a estos chicos y no darles la oportunidad de educarse, de aprender un oficio con el que puedan formar parte de la sociedad a través de un trabajo que sería beneficioso para todos? ¿Y cómo es posible que tales autoridades dejen la responsabilidad a los vecinos, sin dotar a sus barrios o pueblos de medios para que los menas ocupen su tiempo en actividades, que les puedan servir a ellos y también a los demás? No se puede generar esta prevención permanente respecto a unos jóvenes que podrían ser la esperanza de un país como el nuestro, cada vez más envejecido y con menos personas dispuestas a desempeñar muchos trabajos. Queremos que nos los quiten de encima, que los trasladen a otro lugar, sin pensar que así no solucionamos nada, que solo lograremos resolver el problema si les ayudamos, entre todos, a ocupar un lugar entre nosotros. Y no podemos hacerlo sin que las autoridades diseñen un plan. ¿Qué es eso de soltar a los MENAS en cualquier parte y desbaratar sus vidas y las de los vecinos? No van a dejar de llegar. El mundo ha de ser solidario por generosidad o por necesidad… ¿No deberíamos reclamarle a los políticos que se ocupen de los MENAS de verdad?