Al portador

Gobierno cínico-marxista, las pensiones y Groucho al fondo

Sánchez prolongará el falso suspense unas semanas para generar incertidumbre en los pensionistas y trasladar la idea de que la culpa la tiene el PP

Oscar Wilde (1854-1900), el de «El retrato de Dorian Gray» y «De profundis», definía al cínico como «un hombre que sabe el precio de todo y el valor de nada». Antistenes (445-365 a. C.) fue quizá el primer teórico del cinismo, la doctrina que expresa desprecio por las convenciones sociales y, sobre todo, por las normas y los valores morales. Más de 2.500 años después, Eduardo Infante, filósofo y profesor de filosofía, ha explicado a través de Twitter, ahora X, que «un cínico practica la desvergüenza o el descaro y desfigura las normas de la sociedad: las leyes, costumbres y convenciones sociales que la gente da por sentado». Pedro Sánchez y su Gobierno de coalición, con sus marxistas de Marx (1818-1883), que lidera Yolanda Díaz, y los de Groucho Marx (1890-1977) – «si no le gustan mis principios, tengo otros»–, no deja de enredarse en sus propias contradicciones, como acaba de ocurrir con la revalorización de las pensiones, aprobada y tumbada, que intenta utilizar como arma arrojadiza sobre todo contra la oposición del PP.

Diez millones de españoles han cobrado esta semana su pensión revisada al alza, justo al mismo tiempo que el Congreso de los Diputados tumbaba el Real Decreto que la aprobó. Si nadie lo remediara, el mes que viene, esa retribución sería menor e incluso –desde la legalidad más estricta– habría que devolver lo percibido de más. Nada de eso ocurrirá. El Gobierno puede aprobar el lunes o el martes otro Decreto Ley con la subida de las pensiones. El PP de Feijóo y hasta los indepes de Puigdemont han dicho que lo respaldarán. Se niegan, eso sí, a que al mismo tiempo deban ratificar otras medidas que nada tienen que ver. Es algo así como si para comprar un kilo de carne, el tendero obligara a adquirir también otro de cordero, de cerdo y, además, una lavadora en la tienda de al lado. Sánchez, no obstante, prolongará el falso suspense unas semanas para generar incertidumbre en los pensionistas y trasladar la idea de que la culpa la tiene el PP y hasta CC.OO. y UGT quieren manifestarse ¡contra la oposición! Insólito. Groucho en estado puro: «La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados». El inquilino de La Moncloa ha podido cometer un error notable porque la gran mayoría de los jubilados miran al Gobierno cuando se trata de sus pensiones. También le ha dado una baza a Feijóo, que el líder del PP debería saber jugar ante ese Sánchez que para gobernar se ve obligado a pagar y «saber el precio de todo y el valor de nada», decía Wilde.