Canela fina

Israel: «intelligenti pauca»

«Los palestinos saben que si los terroristas de Hamás no hubieran agredido a Israel, se habría evitado la atrocidad que están sufriendo»

Un palestino ilustrado, que bordea tal vez los 30 años, ha dicho en el canal audiovisual France 24: «Si no existieran estos locos de Hamás mi madre y mis dos hermanas estarían vivas». Exactamente ese es el efecto que la inteligencia militar israelí quería conseguir y extender entre el pueblo palestino. Ante la barbarie de Hamás cometida en territorio de Israel, la reacción del Gobierno de Jerusalén no podía ser sólo la aniquilación del grupo terrorista. Se hacía necesaria para la inteligencia militar israelí la atrocidad del bombardeo sin piedad sobre territorio de Gaza, la espeluznante agresión actual, el asesinato de mujeres, ancianos y niños, dejando además a la población, sin agua, sin alimentos, sin combustible bajo el acoso de las bombas para que los palestinos reaccionen contra el grupo terrorista Hamás que provocó la actual situación. No es la primera vez que en Oriente Medio se producen acciones desencadenantes del horror. Y quizá vuelvan a ocurrir. Pero está claro que pasará mucho tiempo antes de un nuevo ataque terrorista desde Gaza porque el pueblo palestino volvería a ser la gran víctima y son muchos los hombres y las mujeres dispuestos a impedir que la reacción israelí contra el terrorismo arruine sus vidas.

Los dirigentes de Hamás no son unos locos. Saben que un acto brutal de terrorismo supone una respuesta igualmente brutal de Israel. Y eso puede encrespar al Líbano, a Siria, a Jordania, a Irak, a Irán, a Egipto y a otros países islámicos que, unidos, podrían aplastar a Israel y hacerlo desaparecer del mapa. Por eso, porque conocen los propósitos del islamismo radical, los israelíes apelaron de forma inmediata a Estados Unidos. El presidente Biden envío dos portaviones, así como armamento de última generación. Y anunció que respaldaría a Israel sin condiciones. Líbano, Siria, Jordania, Irak, Irán, Egipto y otros países islámicos se envainaron sus tanques y sus aviones porque una cosa es aplastar a Israel y otra muy distinta enfrentarse a los Estados Unidos. Con razón o sin ella, la fuerza militar sigue decidiendo en el mundo. «Lo que preocupa de Inglaterra –escribió en su día Cánovas del Castillo– no son las razones de sus políticos ni su certera diplomacia sino su Armada que domina todos los mares». Nadie pone en duda que la reacción israelí contra Gaza es una atrocidad, pero quien agreda a Israel sabe que recibirá una respuesta descomunal. Intelligenti pauca.