Mirando la calle
Juana y los juicios de valor
«Me llama la atención que aquí la señalemos a ella, como si el caso tuviera matices políticos»
Juana Rivas es objeto de debate en España. Me gustaría saber si lo es Arcuri, su exmarido y padre de sus hijos en Italia, donde tiene un juicio abierto por malos tratos. Me llama la atención que aquí la señalemos a ella, como si el caso tuviera matices políticos. Los de la derecha con una opinión, los de la izquierda con otra… Y Juana y los niños, mientras en medio de esa isla aterradora, que suponen el miedo y la impotencia.
Conocí a Juana hace mucho. Pasó por Antena 3 y tuve la oportunidad de hablar con ella. Como he trabajado durante años con mujeres maltratadas, reconocí el perfil de la mirada huidiza de quien espera que se le levante la mano en cualquier momento; a veces, el pánico le hacía ser incapaz de controlar la orina. Su angustia no era su propio dolor, sino el de sus hijos.
Desde entonces hasta ahora han ocurrido muchas cosas, producto del mal asesoramiento y de la desesperación. La sustracción de sus hijos, su condena, su indulto… La concesión de la custodia al padre, en Italia, los testimonios diferentes de los hijos allí y aquí, ante los psicólogos forenses… Todo hasta la mayoría de edad del hijo mayor, con su capacidad de elegir, que ha corrido a los brazos de su madre y a reclamar la protección para su hermano que él no tuvo.
Oigo a una mujer (sin hijos) en la radio, hablando con suficiencia de cómo es posible que unos padres no lleguen a un acuerdo y señalando que ella trabaja con muchas mujeres líderes y que no todas son buenas…
En efecto. Tampoco lo son las que no son líderes. Pero ni para unas ni para otras resultan sencillas las separaciones cuando hay hijos. Y menos si existe maltrato.
Más que juzgar a Juana, deberíamos juzgar a nuestra legislación, que no ha protegido al niño al no prohibir el espectáculo en su punto de devolución, y dar más credibilidad a los testimonios recogidos por nuestros profesionales que a los italianos. Como hacen ellos. La legislación parece más laxa en la protección de los hijos en España que en otros países. Lo demuestra la hemeroteca.
¿O será, «amiga de la radio», que aquí las mujeres somos peores?