Sin Perdón
El lento exterminio de Podemos
«Es curioso que un comunista haya olvidado que sus camaradas ideológicos son maestros en diseñar y aplicar purgas»
Al final, Yolanda se salió con la suya. El exterminio de Podemos sigue a buen ritmo. Ha sucedido lo previsible. Iglesias y sus acólitas no jugaron bien las cartas. Fueron laminados de forma inmisericorde. Han quedado reducidos a cinco diputados de los 31 de Sumar. Esta plataforma ha regresado, finalmente, a los resultados del PCE, IU o como quiera que se vayan denominando los comunistas y sus aliados en función de sus intereses o crisis internas. Con la excepción de Belarra, han desaparecido las figuras más conocidas de Podemos. Esta formación cometió el error de convertirse en una especie de secta de los seguidores de Iglesias. La culpa era de todos, menos de ellos. Por su parte, Yolanda ha sido implacable. El exvicepresidente creía que lo había dejado todo atado y bien atado, pero el tiempo ha demostrado que no era así. Es curioso que un comunista haya olvidado que sus camaradas ideológicos son maestros en diseñar y aplicar purgas. Hemos avanzado algo y ahora no tienen checas.
El sueño de tocar el cielo se ha transformado en una vertiginosa caída al Averno. Centenares de acólitos han tenido que abandonar los cargos públicos y cuando se forme el nuevo gobierno el número será aún mayor. Iglesias se creía un gran estratega que esperaba la derrota de Sánchez, el declive de Yolanda y el gobierno de Feijóo para hacer oposición en las calles. Un nuevo fracaso. La realidad es que Sánchez y Yolanda han acabado con él. Ha ido sumando error tras error. Nunca tendría que haber abandonado la vicepresidencia. Con una cierta ingenuidad creía que sus enemigos estaban en la derecha. En realidad, eran los partidos que se unieron en Sumar. En su estado de desorientación creía, también, que eran los medios y los periodistas que llamaba de derechas los que querían acabar con él. Gran error. Han sido los que le reían las gracias. Ahora, Podemos, instalado en el declive, ha puesto en marcha un ERE para despedir a la mitad de sus trabajadores y ha cerrado sus delegaciones territoriales. ¿Qué harás con tus cinco diputados? Nada. Ahora harán méritos para complacer a Yolanda y ver qué pillán.
Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
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