La mayoría de los españoles no saldrá de vacaciones en Semana Santa

El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) recientemente publicado, el número 3.401 de marzo, nos facilita datos del comportamiento de los españoles durante esta Semana Santa.

Menos de un tercio afirma que viajará, concretamente el 32,3 por ciento, o lo que es lo mismo, 15,4 millones de españoles, pero la mayoría, el 14,0 por ciento lo hará con el único fin de pasar unos días con la familia (6,7 millones), y un 7,8 por ciento para descansar (3,7 millones). Mientras que los que optan por viajes de placer, en territorio nacional o en el extranjero, sólo representan el 5,3 por ciento y el 2,9 por ciento, respectivamente, (3,9 millones).

Por otro lado, un 63,7 por ciento es rotundo a la hora de expresar que no viajará en Semana Santa, lo que es el equivalente a 32,2 millones de españoles, siendo los dos principales argumentos los motivos laborales/de trabajo/de estudios, con un 14,2 por ciento, seguidos de los motivos económicos con el 13,9 por ciento. Ambas razones totalizan el 28,1 por ciento de la población, y representan 13,4 millones de personas.

Por lo que podemos afirmar que la movilidad en esta Semana Santa se reduce a un porcentaje inferior a un tercio de los ciudadanos, y los que viajarán por mero turismo suman el 8,2 por ciento, es decir 3,9 millones de un total de 47,6 millones con que cuenta España.

En otro estudio reciente del CIS, el número 3.399, también de marzo, el 51,9 por ciento de los ciudadanos afirma que la situación económica actual de su hogar es peor que hace seis meses. La inmensa mayoría de los españoles constata un empeoramiento en sus condiciones de vida, que afecta a 24,7 millones de personas. Por el contrario, tan sólo el 13,6 por ciento ha percibido mejoría. Éstos son solo 6,5 millones.

La principal razón esgrimida por tres cuartas partes de los que reconocen un empeoramiento de su situación económica, es el alza continuada de precios/inflación, con el 76,5 por ciento. Le sigue otro 29,5 por ciento que prácticamente a partes iguales señala el estancamiento de su salario y el aumento de los gastos familiares. Por lo tanto, los precios están erosionando gravemente la economía de los hogares españoles. La falta de efectividad en las políticas anti inflacionistas gubernamentales está empobreciendo a millones de españoles, concretamente a la mitad de la población, a esos 24,7 millones que detecta el CIS.

En el mismo estudio se refiere un dato muy preocupante; si se valora negativamente la situación del hogar, aún es peor la del país, pues el 73,0 por ciento (34,8 millones de españoles) considera que la situación actual de la economía española es peor que hace seis meses.

La Encuensta de población activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondiente al cuarto trimestre de 2022 situaba la población activa española, aquella con 16 o más años y con capacidad para trabajar, en 23,4 millones, de los cuales 20,4 millones trabajaban y 3,0 millones estaban parados. Siendo la tasa de paro española del 12,9 por ciento, una de las más altas de la Unión Europea.

Por lo tanto, a la precariedad económica de los que están en paro, se unen millones de trabajadores cuyos salarios han ido perdiendo poder adquisitivo. Se trata de datos oficiales, recogidos por CIS e INE, y vienen a desmentir el optimismo del Gobierno. Sobre todo, en unas circunstancias en las que se encuentran las familias del país, muy distante de la imagen que se trata de vender, de una supuesta marcha de la economía muy favorable. Mientras la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, celebra unos datos del paro, discutidos por organismo independientes, y la de Hacienda, hace gala de una recaudación fiscal de récord, los indicadores que miden la situación real no dejan lugar a dudas. Y es que, al ya mencionado índice de paro de los jóvenes, se suman otros, como el alza del IPC, o la inflación; es decir que la cesta de la compra sigue subiendo.

Pero no sólo esto, sino que también el coste de la vivienda está minando aún más las economías, requiriendo unos ingresos mensuales cada vez más altos.

Y en relación a la Semana Santa, frente a las expectativas de los hosteleros, están las de los viajeros, que van a encontrar un alza de precios en los bares, hoteles y restaurantes, que no se corresponde con el alza de sus salarios, si es que la ha habido.