Sin Perdón

El odio a Ayuso ciega a Sánchez

«No hace más que fortalecer a Ayuso, porque los madrileños son conscientes de la operación que ha lanzado en su contra»

El líder del PSOE tropieza una y otra vez en la misma piedra. Su odio a Ayuso le ha conducido a desatar una campaña disparatada con el apoyo de la izquierda política y mediática. Estamos ante una de las mayores e infundadas cacerías políticas de la historia reciente de España. Con el fin de tapar la grave corrupción sistémica que afecta a su gobierno y a su partido, así como las escandalosas cesiones a los independentistas se están utilizando las cloacas del Estado, que controla La Moncloa con mano férrea, para destruir a sus enemigos políticos. Es un escándalo enorme, pero no pasa nada porque cuenta con el apoyo de los medios de comunicación y los periodistas afines. La Administración no debería estar al servicio de los intereses espurios del sanchismo. Las querellas que presentarán la pareja de Ayuso y el Colegio de Abogados de Madrid muestran la grave situación de deterioro que sufre el Estado de Derecho. Es difícil encontrar en la Unión Europea, el Reino Unido o Estados Unidos, por citar algunos ejemplos, un uso indebido e ilícito del aparato del Estado como estamos viviendo con la Operación Ayuso.

La brutal persecución y las filtraciones contra un ciudadano corriente como es Alberto González, que tiene problemas con Hacienda y que se hubieran podido resolver, como se hace siempre, con una conformidad pone de manifiesto la inseguridad jurídica que sufrimos los ciudadanos frente al sanchismo y sus aliados. Lo más inquietante es la impunidad con que actúan y la indefensión que sufren los que son blanco de sus operaciones. Sánchez sigue empecinado en sus errores que le llevan al desastre en Madrid y le sucederá lo mismo en las próximas generales. Cualquier exceso es un síntoma de mediocridad, como sucede con los nuevos ricos horteras, que es una especie que se remonta a las primeras civilizaciones. Ayuso puede con Sánchez y sus fieles sanchistas sin despeinarse. Es tan evidente que no entiendo que nadie le aconseje que deje de hacer el ridículo. No hace más que fortalecer a Ayuso, porque los madrileños son conscientes de la operación que ha lanzado en su contra. Por ello, debería atar corto a los conversos que le ríen las gracias y no utilizar las cloacas del Estado.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).