Al portador

Las pensiones en el adiós del predicador sereno de Cibeles

Es cierto que en España las pensiones no son muy altas, pero sí en relación con las cotizaciones y también que será cada vez mas difícil pagarlas

Antoine de Saint-Exupery (1900-1944), aviador, escritor y aventurero francés, conocido sobre todo por «El Principito», aunque es autor de otras obras muy notables, como la póstuma «Citadelle», escribió que «la tarea no es prever el futuro, sino hacerlo posible». Lo recordó el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, el miércoles en la London School of Economics, de la capital británica. La víspera, presentó por última vez el Informe Anual del Banco del Banco de España, un estudio fundamental para comprender la situación de la economía. Es, de alguna manera, la despedida del hombre tranquilo que desde Cibeles –la sede de la Institución– ha predicado, con serenidad, casi siempre en el desierto, en los últimos seis años, y reclamado sin desfallecer reformas y medidas «apoyadas en grandes consensos». El 10 de junio expira el mandato, improrrogable por ley, del que quizá ha sido el mejor gobernador del Banco de España en mucho tiempo, que además ha recuperado el prestigio de la entidad y ha reafirmado su independencia. Su sucesor o sucesora encontrarán el listón muy alto.

Hernández de Cos se despide con los mismas consejos que desgrana hace años. Además del «gran consenso», que parece imposible, aconseja una reforma fiscal integral, que aumente el peso de la imposición al consumo y la medioambiental, baja en relación con otros países, y que es también lo que ayer reclamaba la OCDE. Insiste en la necesidad de un «plan de consolidación presupuestaria de medio plazo», equilibrar ingresos y gastos, algo evidente para cualquier familia, pero que desoyen –desprecian– muchos gobiernos. El gobernador y el Banco de España también advierten una vez más –¿y van?– sobre el futuro de las pensiones. Quizá ha pasado algo inadvertido por el amago sanchista, su continuidad –no engañó a todos– y sus arremetidas contra los medios de comunicación, pero el mensaje enviado desde Cibeles sobre las pensiones es contundente. Harán falta 24 millones más de inmigrantes en 2050 para equilibrar las cuentas. Supondría que habrá más trabajadores inmigrantes que españoles. Ahora mismo, según Fedea, el agujero de las pensiones supera los 55.000 millones anuales. Es cierto que en España las pensiones no son muy altas, pero sí en relación con las cotizaciones y también que será cada vez mas difícil pagarlas. No se trata de recortarlas, pero el problema está ahí, y el hombre tranquilo de Cibeles que predica en el desierto recuerda que la tarea no es prever el futuro sino hacerlo posible, como decía Saint-Exupery.