Sin Perdón

El PSOE no sale a ganar

«Feijóo se jugará su futuro tanto por la calidad del gobierno que forme como porque desmonte el sanchismo»

Hay una percepción generalizada que perjudica al PSOE y es que no sale a ganar. Todo indica que espera que el Partido Popular, que sabe que ganará, y Vox no consigan la mayoría absoluta. Con Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero era el partido hegemónico de la izquierda mientras que ahora se conforma con ser solo el primero. González es la figura más importante del socialismo español desde Pablo Iglesias. Lo es por muchas razones, tanto internas como externas, y es bastante incomprensible su marginación por parte de los dos presidentes del gobierno socialistas que le han sucedido. El ciclo político que protagonizó, desde que asumió la secretaría general del PSOE hasta que perdió las elecciones generales de 1996, fue tan complicado como importante y decisivo. Por supuesto, hizo cosas muy malas, como los GAL o la corrupción, pero es una de las grandes figuras de la Historia de España. Era un PSOE ganador y hegemónico, así como con personalidades con una sólida formación y trayectoria en los gobiernos que formó. Por ello, es sintomático que haya sido arrinconado, al igual que sus colaboradores, y que el PSOE haya perdido sus referencias históricas.

En el socialismo español han existido siempre dos corrientes. Una más radical y revolucionaria, como la que lideró un personaje tan nefasto y siniestro como Francisco Largo Caballero, y la socialdemócrata de Indalecio Prieto o Julián Besteiro. No voy a entrar en la manipulada versión, que expanden los cronistas oficiales de la izquierda sectaria disfrazados de historiadores, sobre la Segunda República y la Guerra Civil. Es un tema apasionante, pero son tan poco científicos y tan fanáticos que solo merecen el desprecio más absoluto. Espero que Feijóo derogue las dos leyes de la memoria histórica, ya que son un auténtico bodrio, así como un monumento a la estulticia y la manipulación. Por supuesto, muchos hijos de franquistas o de luchadores por la libertad que vivieron muy bien durante la dictadura necesitaban limpiar su conciencia familiar o personal. Nada que nos tenga que sorprender. Feijóo se jugará su futuro y credibilidad, precisamente, tanto con la calidad del gobierno que forme, ya que todos esperamos que no caiga abducido por el marianismo/sorayismo o los oportunistas que siempre acuden al rescate del ganador, como porque desmonte el sanchismo. Al candidato socialista le molesta este término, pero no se quejó cuando Zapatero desmontó el aznarismo.

Sánchez plantea el 23-J con un disparatado dilema entre un gobierno ultraderechista o uno progresista. Cuando alguien dice algo tan estrambótico e inconsistente me queda la duda de si se lo cree. Es cierto que en España se ha instalado la peregrina teoría de que no hay que cumplir los compromisos electorales, que hay barra libre para decir una cosa y la contraria y que no se miente, sino que se produce solo un cambio de opinión. Los que defienden esto último deberían tener memoria sobre como acusaban de mentirosos a los presidentes Aznar y Rajoy. Los dirigentes del centro derecha mienten mientras que los de izquierda se limitan a cambiar de opinión. El gobierno liderado por Feijóo podrá ser en solitario, si se confirman las encuestas más favorables, o con el apoyo de Vox, que no lleva antiguos etarras en sus filas, no quiere romper España o acabar con la Constitución impulsando un proceso constituyente para imponer una república al estilo bolivariano. Desde luego, no hay ningún riesgo de que Feijóo gobierne aplicando el autoritarismo democrático. Nunca lo ha hecho y ha gobernado con cuatro mayorías absolutas. Es una cuestión de carácter, estilo político y convicciones democráticas.

El denominado gobierno progresista necesitaría de los votos de Sumar, una plataforma formada por más de 16 partidos, a estas alturas ya no sé cuántos son o serán en los próximos días. No sería suficiente, porque tendría que alcanzar un acuerdo de gobernabilidad, como ha sucedido en esta legislatura, con los independentistas catalanes, ya veremos si solo con ERC o si también necesitaría a JxCat, y los herederos de ETA, liderados por uno de sus antiguos dirigentes, Arnaldo Otegi. Es bueno recordar, porque algunos dirigentes socialistas andan despistados, que quien manda en Bildu es Sortu que está dominado por el antiguo complejo militar y político de la banda terrorista. Una cosa es que quieran blanquear a EH Bildu y otra muy distinta es nos tomen por imbéciles. Al menos creo que no lo soy. En cualquier caso, quien tenga alguna duda sobre la relación entre el PSOE y Bildu solo tiene que acudir a las palabras de Otegi o entrar en Internet para leer los acuerdos y sus resultados, así como las imágenes cordiales entre los dirigentes de ambas formaciones. No ha sido una mera coincidencia en las votaciones.

Muchos españoles queremos gobiernos y políticos que no nos mientan. Feijóo es un político previsible, serio y riguroso Los gallegos le han apoyado cuatro veces seguidas otorgándole mayorías absolutas. Existe una convivencia ejemplar entre el gallego y el español. Nada que ver con las políticas excluyentes que aplican los gobiernos nacionalistas o de izquierdas en las comunidades que cuentan con idiomas cooficiales. Es un político que cumple con su palabra. Por todo ello ha conseguido derrotar a los socialistas gallegos y sus aliados comunistas e independentistas. Desde que asumió el liderazgo del PP ha demostrado que tiene muy claro que el poder no se hereda, sino que se conquista en las urnas. Ha salido a ganar para intentar gobernar en solitario. Sánchez ha salido para ver si tiene la suerte de gobernar con el apoyo de los comunistas, los antisistema, los independentistas y los filoetarras.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)