Tribuna

¿Quién puede incumplir la ley impunemente?

Más de 200.000 vascos huyeron desde 1980 de la extorsión, secuestros, amenazas y violencia

La respuesta es sencilla, solamente puede incumplir la ley impunemente quien está obligado a exigirla. Aunque es impropio de democracias liberales, ésta es la mayor tentación de un gobierno que quiera imponer un cambio de sistema sin pasar por una revolución. Pongamos un ejemplo clarificador: La Ley Orgánica 6/2002 relativa a los Partidos Políticos indica en su Artículo 9, apartado 3.c en cuanto a la consideración ilegal de un Partido: «Incluir regularmente en sus órganos directivos o en sus listas electorales personas condenadas por delitos de terrorismo que no hayan rechazado públicamente los fines y medios terroristas o mantener …». Según esta Ley Orgánica el Fiscal General del Estado debería intervenir en las listas electorales para los comicios de las corporaciones locales que incluyan terroristas que no cumplan las condiciones que se indican.

Llegados a este punto creo necesario repasar aspectos de la organización criminal a la que pertenecen o pertenecieron determinados criminales que han sido incluidos como candidatos en las elecciones municipales. No puedo discutir la legalidad de que un partido reconocido, ya que nadie reclama la aplicación de la LO 6/2002 y no ilegalizado, pueda incluir en sus listas electorales a asesinos que han sido puestos en libertad. Lo que sí puedo denunciar es la falta absoluta de ética e incluso de estética o respeto al estado de derecho que conlleva.

ETA, Euskadi y Libertad, fue un Movimiento Revolucionario de Liberación Nacional de inspiración marxista leninista, diríamos de izquierdas. Se definía como una organización revolucionaria, nacionalista y socialista que tenía como objetivo la independencia de Euskal Herria. Como organización nacional socialista tenía como objetivo la creación de una Estado Socialista independiente o una República Popular al estilo soviético. No obstante, el nacional socialismo vasco poco se parecía al nacional socialismo italiano o alemán de mediados del siglo XX, ya que el vasco recibía el apoyo de la Unión Soviética y el italiano y alemán nacieron precisamente por oposición a la Internacional Comunista, o dicho de otro modo, a la Tercera Internacional Socialista con sede en Moscú.

A pesar de que ETA nació en 1958 con la supuesta intención de salvar a Euskal Herria del dictador, justo después de la entrada de España en la ONU y del fin del aislamiento político y económico internacional que sufrió España por más de una década, el 95% de sus asesinatos los cometieron en democracia, después de 1978. Además, casi el 45% de sus crímenes los cometieron contra civiles, políticos, empresarios, periodistas, jueces, magistrados y el 55% restante miembros de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Más de 200.000 vascos huyeron desde 1980 de la extorsión, secuestros, amenazas y violencia y se calcula que en unos 30 años ETA provocó unas pérdidas económicas en la región de 25.000 millones de pesetas.

En 2018 ETA anunció su disolución como movimiento revolucionario evolucionando sus miembros hacia organizaciones políticas que no han sido declaradas ilegales y que actualmente están presentes en parlamentos y corporaciones locales. Desde 1958 hasta 2018 han sido 60 años de pesadilla, especialmente desde 1978 cuando intentaron hacer fracasar la transición democrática por todos los medios a su alcance.

Un aspecto para destacar es que prácticamente todos los movimientos revolucionarios independentistas o no en Europa estaban apoyados por la Unión Soviética como parte de la confrontación no bélica que se sufrió en Europa en el contexto de la guerra fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. Es decir, la inmensa mayoría, incluida ETA, eran movimientos revolucionarios marxistas leninistas, solo hay que recordar a los etarras con el puño en alto en sus comparecencias encapuchados y con boina. Sin embargo, hay una excepción, el IRA, el Ejército Republicano Irlandés, grupo católico que luchaba desde 1916 por la independencia de Irlanda del Reino Unido, que consiguieron en 1922, y que su mayor apoyo venía precisamente de los inmigrantes católicos irlandeses en Estados Unidos.

Aprovechando esta tribuna de opinión publicada en un MCS, tengo que recordar un aspecto poco conocido motivo de reflexión y es que todo acto terrorista tiene un 80% de publicidad y un 20% de violencia, es decir, sin su reflejo en los medios de comunicación el acto terrorista apenas tendría el efecto pretendido. Esto entra de lleno en el dilema «libertad-seguridad» en este caso libertad de prensa y es un dilema de muy difícil solución.

Para finalizar, no debemos olvidar que, entre los casi 900 asesinatos de hombres y mujeres de todo tipo y condición perpetrados por ETA –más del 30% están sin resolver, es decir, sus asesinos se pasean impunemente por las calles de Euskal Herria–, se encuentran 22 niños.

Luis Feliu Bernárdez,general de brigada retirado. Academia de las Ciencias y las Artes Militares.