Sin Perdón

Sánchez, el Godoy del siglo XXI

«La Historia recogerá lo sucedido como la humillación del Estado ante aquellos que quieren destruirlo»

El líder del PSOE ha conducido la política a un nivel de descrédito inimaginable. Tras protagonizar uno de los actos más lamentables y reprobables de la Historia de España ahora debe creer que los españoles somos idiotas. Ha comprado la presidencia del Gobierno, aunque sigue la tradición que existía en el Antiguo Régimen de pagar por los oficios y los títulos. En el Reino Unido, se compraban los rangos militares, aunque en ambos casos no los pagaban todos los españoles o los británicos. Sánchez actúa como hizo Godoy. El valido de Carlos IV quería ser soberano de los Algarves. No lo consiguió, pero vendió su honor, su dignidad y su patria. Es uno de los personajes más nefastos de nuestra Historia y un arribista que consiguió ser príncipe de la Paz, duque de Sueca y de Alcudia, conde de Evoramonte, barón de Mascalbó, secretario de Estado, capitán general y generalísimo. Su ambición no tenía límites, así como su objetivo de ennoblecer y enriquecer a su familia. Al final de su vida, le restituyeron en 1837 sus títulos y riquezas, pero ningún historiador riguroso puede hacer un balance favorable de un personaje tan nefasto. Nunca pensé que Sánchez sería capaz de otorgar una amnistía inconstitucional, carente de cualquier legitimidad o fundamento ético, para seguir siendo presidente del Gobierno. Al igual que Godoy y otros validos, su ambición no tiene límites. Me entristece que el presidente de mi Gobierno sea capaz de perpetrar tamaño despropósito. No recuerdo un caso similar en nuestra Historia en el que los delincuentes elaboren un texto legal que les otorgue una inmunidad absoluta. Se ha hecho con luces y taquígrafos, para que no exista ninguna duda de que Sánchez actúa al dictado de Puigdemont. Lo que es inaceptable es que piense que somos idiotas y que ataque al PP por «fallar» a la «gran cita de la concordia en España». La Historia recogerá lo sucedido como la humillación del Estado ante aquellos que quieren destruirlo. Godoy se rindió ante Napoleón con el Tratado de Fontainebleau mientras que Sánchez ha hecho lo mismo ante Puigdemont con la amnistía. El ejército francés ocupó la Península y ahora lo están haciendo los independentistas.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)