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País Vasco

“La Suiza vasca”: el valle alavés que bautizó un rey de España y es ideal para una escapada a la montaña

Enclavado entre montañas, bosques y pueblos con encanto, el valle de Aramaio cautivó incluso al rey Alfonso XIII, que lo apodó por su sorprendente parecido con los paisajes alpinos

“La Suiza vasca”: el valle alavés que bautizó un rey de España y es ideal para una escapada a la montaña Turismo Euskadi

A veces no hace falta cruzar fronteras para disfrutar de paisajes de postal. Basta con adentrarse en el corazón del País Vasco para descubrir joyas naturales que poco tienen que envidiar a los Alpes suizos. Una de ellas es el valle de Aramaio, un enclave del norte de Álava que ha sido bautizado como “la Suiza vasca”, y no por casualidad: lo hizo, nada menos, que un monarca español.

Este apodo se remonta a principios del siglo XX, cuando el rey Alfonso XIII visitó esta zona montañosa. Fascinado por la belleza del entorno, no dudó en compararlo con Suiza, uno de los destinos más admirados por sus paisajes de montañas nevadas y valles verdes. Así fue como este rincón vasco se ganó el sobrenombre de "la pequeña Suiza", un título que aún hoy se mantiene con todo merecimiento.

"La Suiza vasca": un paisaje que enamora

Situado entre las provincias de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa, Aramaio es un valle encajado entre montes de gran altitud y cubierto por extensos bosques de hayas, robles y cipreses, que cambian de color según la estación y tiñen el paisaje de verdes intensos o dorados otoñales. En el horizonte destacan las cimas del Orixol e Izpizte, pertenecientes a los montes de Arangio y Gantzaga, que coronan esta estampa casi alpina.

Este entorno forma parte del Parque Natural de Urkiola, un espacio protegido de gran valor ecológico y paisajístico, que ofrece múltiples rutas de senderismo y montaña para todos los niveles. La tranquilidad del lugar, unida a la abundancia de fauna y flora autóctona, lo convierte en un destino ideal para quienes buscan desconectar del bullicio urbano y reconectar con la naturaleza.

Más que montañas: historia, cultura y tradición

Pero Aramaio no es solo paisaje. El valle está salpicado de caseríos tradicionales (baserriak) y pequeños pueblos que conservan su arquitectura típica vasca, con casas blancas, tejados de teja roja y balcones llenos de flores. Uno de los municipios más representativos es Ibarra, donde se encuentra la plaza Bizente Goikoetxea, epicentro social de la localidad.

Otro núcleo destacado es Oleta, que alberga la ermita de San Cristóbal, un lugar de peregrinación y mirador natural sobre el valle. También merece una visita el baserri de Atxeta, muy conocido por su producción de quesos artesanos, elaborados con mimo por la luchadora olímpica Maider Unda, medallista de bronce en los Juegos de Londres 2012.

“La Suiza vasca”: el valle alavés que bautizó un rey de España y es ideal para una escapada a la montañaTurismo Euskadi

La cabecera del valle, el municipio de Aramaio, cuenta con poco más de 1.400 habitantes (según datos de Eustat de 2024) y mantiene una forma de vida ligada a la agricultura, la ganadería y el respeto al entorno. Su núcleo urbano se organiza en torno a la iglesia de San Martín de Tours, de origen gótico, y varias casas señoriales que dan fe de su pasado histórico.

A pesar de su reducido tamaño, Aramaio es un claro ejemplo de cómo se puede combinar la tradición con el turismo sostenible. El auge de viajeros que buscan escapadas rurales ha llevado a la apertura de alojamientos con encanto y restaurantes donde probar productos locales de temporada.

“La Suiza vasca” no es solo un nombre bonito, sino una descripción acertada de lo que el viajero puede encontrar en este rincón del País Vasco: paisajes de montaña imponentes, aire puro, silencio, y un modo de vida tranquilo y en armonía con la naturaleza.

Y lo mejor de todo es que está a un paso. Bien comunicado con Vitoria-Gasteiz y a menos de una hora de Bilbao y a dos horas de San Sebastián, el valle de Aramaio es una escapada perfecta para un fin de semana. Ya sea para hacer senderismo, degustar buena gastronomía o simplemente respirar, este pequeño rincón alavés ofrece todo lo que uno puede desear sin salir de España.