¿Se puede retomar la coalición PP-Cs?

Desde el Partido Popular confían en reactivar la creación de una plataforma conjunta con Ciudadanos. Una coalición que fue menospreciada por los naranjas antes de las elecciones generales del pasado 10 de noviembre y que en el PP mantienen que hubiera sido mucho más eficiente que acudir por separado a las urnas. Ahora, tras los malos resultados de los naranjas, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, volvió a insistir en que «Cs cabe en el PP». En una entrevista a Cope, el líder de los populares gallegos subrayó que «cuando el centro derecha se divide, gana el PSOE. Tenemos muchos puntos de común, todos cabemos en un gran partido de centro derecha y sería bueno buscar una fórmula de entendimiento».

¿Hasta qué punto el retrato robot del electorado de sendas formaciones se parece? ¿Están los electores a favor de esta alianza? Los datos dan el «sí quiero» a esta aventura. Según la encuesta de NC Report para LARAZÓN sobre el movimiento de voto en el partido naranja entre las elecciones de abril y noviembre, un millón votantes de Cs se fue con el PP en noviembre, mientras que 742.000 se abstuvieron y más de 500.000 optó por Vox. Es decir, el principal destino fueron los populares, seguido de la abstención y como tercera opción, los de Abascal. Este trasvase demuestra que, obviamente, los votantes de Cs están mucho más cerca ideológicamente del PP que de Vox, tal y como también refleja el CIS.

Por otro lado, preguntados por la posibilidad de una coalición PP-Cs tras las elecciones de abril, el 86% de los votantes del PP y un 75% de los seguidores de Cs estaban a favor de esta alianza. Es decir, solo uno de cada cuatro votantes de los naranjas rechazaba la coalición. Si extrapolamos este porcentaje a millones de votos en las elecciones de abril, un total de 6.898.869 votantes de ambas formaciones apoyaban una hipotética coalición de centro derecha. Y, si sumamos los millones de votos que sacaron por separado sendas formaciones en los pasado comicios de noviembre, salen 6.657.409 de votos, es decir, solo 95.574 votos menos que el PSOE, que alcanzó 6.752.983 votos el 10 de noviembre. Por lo tanto, si tal y como propusieron los populares desde el principio, ambas formaciones hubieran ido de la mano, el centro derecha hubiera logrado un resultado muy similar al del PSOE. Al presentarse por separado, la fórmula que rechazó Rivera consiguió 98 escaños –88 del PP y diez de Cs–. Y no sólo eso, la fragmentación permitió que los socialistas repitiesen victoria electoral motivada por el reparto de escaños que se realiza con la Ley D’Hondt.

Esta alianza con lo que queda de Ciudadanos es una idea que siguen defendiendo los populares para optimizar los votos de centro derecha. Uno de los escenarios a la vista son las próximas elecciones en el País Vasco, en 2020. Tras la debacle del 10-N de la formación naranja, el PP vuelve a tenderles la mano y ofrecerles lo mismo que hace meses. La diferencia: ahora el peso de los naranjas no es el mismo que tras su gran victoria de abril.