Madre Teresa será santa el 4 de septiembre

La fundadora de las Misioneras de la Caridad será canonizada 19 años después de su muerte.

La conocida como «Santa de los pobres», la Madre Teresa de Calcuta, será canonizada el 4 de septiembre en Roma. Así lo anunció ayer el Vaticano después de que el Papa firmase los decretos de en total cinco beatos que serán inscritos en el libro de los santos este año, coincidiendo con el Jubileo de la Misericordia. La fundadora de la congregación de las Misioneras de la Caridad será canonizada justo un día antes de cumplirse 19 años de su muerte. De hecho, según el calendario de eventos del Año Santo, ese mismo día se celebrará el «Jubileo de los voluntarios y operadores de la misericordia», en memoria justamente de ella.

El de la religiosa albanesa será uno de los grandes eventos del Pontificado de Francisco, semejante a la canonización de Juan Pablo II en 2014, y se cree que atraerá a miles de personas a Roma –se habla de más de un millón–.

Fue el pasado 18 de diciembre cuando el Vaticano anunció la aprobación del milagro atribuido a la Madre Teresa, la curación de un hombre brasileño que sufría de abscesos cerebrales. El hombre tiene 42 años, es ingeniero y nació en São Paulo aunque ahora vive en otra ciudad del país. El 9 de diciembre de 2008 se curó milagrosamente de los abscesos múltiples con hidrocefalia obstructiva que tenía en el cerebro y después de haber sido sometido ya a un trasplante de riñón. Al no responder a los diversos tratamientos, los médicos le dieron pocas probabilidades de salir adelante y llegaron a desahuciarlo no sin antes intentar operarle de nuevo. Ese día, en coma, el paciente entró en la sala de operaciones, pero, a causa de problemas técnicos, hubo que posponer la intervención. Sin embargo, frente a una terapia que no tenía resultados y sin haber sido intervenido quirúrgicamente, se curó sin explicación científica alguna. Tras media hora, el médico principal encontró al paciente sentado, despierto y consciente, le escuchó preguntar: «¿Qué hago aquí?».

Según los testigos, durante los días de su enfermedad y sobre todo en los últimos de peligro de muerte, los familiares, amigos y conocidos del ingeniero rezaron a la Madre Teresa pidiéndole que intercediera para sanarle. Su esposa, con la que había contraído matrimonio hacía poco tiempo, era devota y pidió con insistencia: «Díganle a la Madre Teresa que lo cure». Incluso durante el tiempo de espera de la operación, la mujer permaneció en la capilla del hospital rezando a la fundadora de las Misioneras de la Caridad acompañada de un sacerdote y varios familiares.

El propio médico que atendió al hombre expresó que nunca había visto un caso semejante. «En otros casos similares, en 17 años de profesión, todos fallecieron. No puedo dar una explicación científico-médica», aseguró. De hecho, el pasado 10 de septiembre, el consejo de médicos de la Congregación para la Causa de los Santos declaró por unanimidad que la curación es «científicamente inexplicable». LA RAZÓN habló en diciembre con el sacerdote que acompañó al paciente y a su esposa durante el proceso. Él fue quien después de oficiar una misa en la casa de las Misioneras de la Caridad entregó a la mujer un libro, medallas y una reliquia de la Madre Teresa: un trozo de su hábito que colocó en el cabecero de la cama de su marido. «Recuerdo ese día perfectamente. Su esposa vino en mi busca desesperada, llorando. La tranquilicé y le ofrecí lo que las hermanas me habían dado. Pedimos la intercesión de Teresa de Calcuta, sabiendo que para Dios no hay nada imposible», explicó. Tanto, dice, que el hombre, al que comunicaron que como consecuencia del tratamiento al que había sido sometido no podría tener descendencia, disfruta hoy de dos hijas.

Por otro lado, en el mismo Consistorio Público (así se llama la reunión del Colegio Cardenalicio con el Papa en la que firman los decretos de los nuevos santos) se confirmaron también que José Sánchez del Río (México); el Cura Brochero (Argentina); Elizabeth Hesselblad (Suecia) y Estanislao de Jesús y María (Polonia) serán santos. Quizá los dos más conocidos sean el mexicano y el argentino, que serán canonizados en la misma ceremonia el 16 de octubre. El primero fue un niño cristero que murió mártir de la persecución religiosa que sufrió México en la segunda década del siglo XX.