Papel
El Papa considerará pecado grave destruir la naturaleza
El cardenal Turkson, autor del primer borrador, avanza los fundamentos del texto, que fija como «obligación cristiana» la protección del medio ambiente
«Dios perdona siempre, los hombres a veces, la Tierra no perdona nunca». En los dos años pasados desde que se presentó por primera vez vestido de blanco en el balcón central de la basílica de San Pedro, Jorge Mario Bergoglio ha hecho continuos llamamientos para instar a los católicos a que se comprometan con la defensa del medio ambiente, un terreno en el que algunos fieles no se sienten demasiado cómodos por considerarlo propio de la izquierda.
La ecología, entendida como una consecuencia más de la «cultura del descarte» que tanto critica, es una de las grandes preocupaciones del Papa Francisco, hasta el punto de que le va a dedicar su próximo texto magisterial. Se espera su publicación para la primera mitad de este año. Será la primera encíclica escrita completamente por Bergoglio, pues en la anterior, «Lumen Fidei», retomó los escritos dejados por su antecesor, Benedicto XVI. La encíclica sobre la ecología humana verá la luz pocos meses antes de la crucial conferencia sobre cambio climático que se celebrará en París.
Para redactar su nuevo documento, el Papa Francisco ha hablado con obispos implicados en este campo, como alguno de los de la Amazonía, y también ha contado con la colaboración del Pontificio Consejo Justicia y Paz. El presidente de este dicasterio vaticano, el cardenal ghanés Peter Turkson, ha sido el encargado de elaborar un primer borrador sobre el que el Papa está trabajando. En un texto al que ha tenido acceso LA RAZÓN, Turkson apunta que la encíclica «explorará la relación entre el cuidado de la creación, el desarrollo humano integral y la preocupación por los pobres».
Adelanta además los cuatro puntos que marcan la preocupación del Pontífice argentino por la ecología, los fundamentos del próximo texto:
Proteger a las personas
Todos estamos llamados a proteger la naturaleza. Retomando las palabras de Francisco en la misa con la que inauguró su pontificado, el presidente de Justicia y Paz recordó el mandato al respeto a «todas las criaturas de Dios y al medio ambiente en el que viven». Esto significa «proteger a las personas, mostrar una preocupación por cada una de ellas, especialmente los niños, los ancianos y los necesitados, que son a menudo los últimos en quienes pensamos».
Virtud medioambiental
El cuidado de la creación es una virtud de propio derecho. El cardenal ghanés recuerda la certeza científica de la existencia del cambio climático, relacionando este fenómeno con un modelo económico erróneo, como tantas veces ha criticado el Papa. Turkson subraya la necesidad de poner en marcha una «ecología integral» que ponga las bases para un «desarrollo auténtico». Para Francisco, la destrucción de la naturaleza es un «pecado grave», mientras que su protección es una «obligación» para los cristianos que resulta «fundamental» para fomentar la paz y evitar un desarrollo económico y social que deje a una buena parte de la población en la cuneta.
Conversión
Debemos cuidar a quienes amamos y veneramos. Más allá de las decisiones políticas y las medidas que se adopten para proteger a la creación, el Papa aspira a lograr una conversión en los corazones y en las mentes de los fieles. Como recuerda Turkson, no hay más que ver la elección de su nombre en recuerdo de Francisco de Asís, patrón de la ecología y defensor de los pobres. «La percepción judeo-cristiana de la creación puede transformar nuestra relación para pasar de ser observadores remotos de la naturaleza a convertirnos en ‘‘hermanos y hermanas’’, en protectores de ella», dice el cardenal ghanés.
Base para la justicia
Llamada al diálogo y una nueva solidaridad global. Francisco concibe la ecología como «la base para la justicia y el desarrollo en el mundo». En ella, dice el cardenal de la Curia romana, todo el mundo está llamado a desempeñar un papel. Por muy pequeño que sea éste, «puede hacer una diferencia». Esa llamada a la solidaridad general que el Papa podría hacer en la encíclica iría en la línea con lo que dijo en Brasil en 2013 cuando visitó una favela de Río de Janeiro. Entonces le dio un tirón de orejas a los gobernantes y a los dueños de los «grandes recursos» para que trabajaran a favor «de la justicia social».
Conclusión
En definitiva, el Papa Francisco pretende que la humanidad sea consciente de que la desigualdad y la destrucción del medio ambiente están relacionados. De hecho, según apunta Turkson, los define «como los grandes desafíos de la familia humana». La otra conclusión es que cuando el Papa habla de ecología, hay que tener en cuenta que lo hace de una forma integral, es decir, que no limita su análisis y soluciones «a fenómenos exclusivamente científicos, económicos o técnicos». Finalmente, insiste en la idea de que el corazón de la ecología integral que propone es una llamada a la solidaridad, a un cambio de corazón de las personas de modo que el bien común sea lo más importante, por encima del beneficio.
Los próximos pasos
Transparencia financiera y reforma de la Curia
Los escándalos en este campo obligaron al Papa a tener que preocuparse primero por la gestión de los recursos económicos en la Iglesia. Ya ha establecido el nuevo organigrama en la Curia para afrontar esta cuestión. Hay que seguir dando pasos en el camino de la transparencia. El último de ellos ha sido la negociación con Italia para acabar con el secreto bancario en el Vaticano. Por otra parte, la reforma de la Curia no se completará antes de finales del año próximo.
Sínodo de la familia y mayor protagonismo de la mujer
El Papa quiere que la Iglesia actualice la forma con la que hace frente a algunas de las grandes dificultades de las familias católicas. Francisco deberá mostrar que se puede mejorar la asistencia que brinda la comunidad eclesiástica sin alterar la doctrina. Por otra parte, Francisco quiere una presencia más significativa de las mujeres por medio de un cambio profundo de mentalidad. Algunos esperan que concrete más esta voluntad.
La cruzada contra los abusos, la guerra y la pobreza
Francisco seguirá proponiendo al mundo su tolerancia cero contra los abusos y cercanía a las víctimas, así como la defensa de la paz y de la dignidad de la persona. En la primera cuestión, el Papa tendrá que insistir en que algunos obispos den una repuesta más agil a los obispos en el tema de abusos. En la segunda, la labor diplomática del Vaticano será muy importante para evitar conflictos bélicos y luchar por la justicia social.
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