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El Papa pide a Trump que apoye el pacto migratorio

Instó a los países a sumarse al documento de la ONU que busca regular este fenómeno. Pide «solidaridad y compasión» para los que huyen de sus países

Bergoglio adelantó la celebración de su cumpleaños y sopló las velas junto a niños y familias del Dispensario Pediátrico de Santa Marta de Roma
Bergoglio adelantó la celebración de su cumpleaños y sopló las velas junto a niños y familias del Dispensario Pediátrico de Santa Marta de Romalarazon

Instó a los países a sumarse al documento de la ONU que busca regular este fenómeno. Pide «solidaridad y compasión» para los que huyen de sus países.

En una semana en la que el debate migratorio ha vuelto a enfrentar a la comunidad internacional, el Papa Francisco quiso reiterar una posición que se ha convertido en una de las líneas básicas de su pontificado. Al término del tradicional rezo del Ángelus, en la plaza San Pedro, Bergoglio pidió ayer a los países que adopten las recomendaciones incluidas en el Pacto Mundial por la Migración, aprobado el pasado lunes en la ciudad de Marrakech.

Francisco entiende que el acuerdo debe constituir «un cuadro de referencia para toda la comunidad internacional». «Espero, por tanto, que ésta, gracias a este instrumento, pueda operar con responsabilidad, solidaridad y compasión en relación a quien, por distintos motivos, ha abandonado su propio país», añadió el Pontífice. Y en su mensaje ante los fieles, reclamó que éste fuese el motivo de su rezo. Según la oficina de prensa del Vaticano, aproximadamente 25.000 personas se dieron cita para escuchar en directo el mensaje del Ángelus, en un domingo de Adviento dedicado a la bendición del Niño Jesús.

El llamamiento del Papa a los países se explica debido a que el pacto firmado en Marruecos no es vinculante, sino que tiene un carácter voluntario.

Después de que el pasado junio las Naciones Unidas consiguieran redactar a duras penas un borrador que establece una veintena de objetivos generales para regular la inmigración, el número de desafecciones ha ido creciendo en los últimos meses. El documento contó con el apoyo de más de 150 de países, pero entre ellos no estaban algunos de gran peso como Estados Unidos, Italia, Hungría, Austria, Australia, Chile o Israel, entre otros. Todas estas naciones son receptoras de un alto número de migrantes o mantienen una posición dura contra este fenómeno. Una política que ha llevado a la Administración de Donald Trump o a la Italia del líder ultraderechista Matteo Salvini a chocar contra las recomendaciones de Francisco.

El compromiso del Papa argentino en este aspecto ha sido firme desde los últimos años. Y, sin ir más lejos, el pasado lunes en Marrakech, el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, afirmó que «la migración no debe ser nunca un acto de desesperación». «Debemos hacer todo lo posible para asegurar que esta gente pueda permanecer en sus países de origen, construyendo sociedades más inclusivas, sostenibles y minimizando las adversidades y los factores estructurales que niegan sus derechos fundamentales y los obligan a emigrar», añadió Parolin.

Jesús, un refugiado

El texto aprobado por las Naciones Unidas –con una fuerte ovación a la canciller alemana, Angela Merkel, y poco entusiasmo general– se centra más en impedir las migraciones forzadas que en la inclusión de quienes se ven obligados a abandonar sus países. Precisamente, hace un par de días, el Papa también recordó que Jesús fue un emigrante y lo comparó con los refugiados de hoy que escapan de los conflictos bélicos. En una audiencia ante el coro que protagonizó el concierto de Navidad, grabado el sábado en el Vaticano, Bergoglio dijo que «cuando la ira violenta de Herodes se abatió sobre el territorio de Belén, la santa familia de Nazaret vivió la angustia de la persecución y, guiada por Dios, se refugió en Egipto».