Religion

Más «sacerdotes callejeros»

Esa fue la petición del Papa Francisco

La Razón
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Esa fue la petición del Papa Francisco.

El Papa Francisco inició la Semana Santa pidiendo una vez más sacerdotes «callejeros», es decir, cercanos a la gente que se olviden de su propio interés y se pongan al servicio de las personas. Un servicio que él mismo escenificó en la tarde de ayer lavando los pies a 12 detenidos de una cárcel de Roma, no todos católicos. Durante la mañana, presidió una solemne misa Crismal en la que participaron cientos de sacerdotes y muchos fieles que además estos días se han desplazado hasta la Ciudad Eterna para gozar de los días más importantes para los cristianos.

Si el miércoles durante su catequesis afirmaba que el Triduo Pascual es «la matriz» de la vida personal y comunitaria, ayer ofreció algunas recomendaciones a los sacerdotes a los que recordó que Jesús «habría podido perfectamente ser un escriba o un doctor de la ley» pero «quiso ser un evangelizador, un predicador callejero, el portador de alegres noticias para su pueblo».

A este respecto, apuntó que «la cercanía es, más que el nombre de una virtud particular, una actitud que involucra a la persona entera, a su modo de vincularse, de estar a la vez en sí mismo y atento al otro».

Dando una vez más muestras de que conoce muy bien la realidad actual y de que no vive en una burbuja, Francisco comentó que «cuando la gente dice que un sacerdote es cercano suele resaltar dos cosas: que siempre está y que sabe encontrar una palabra para cada uno». Es decir, «habla con todos» y esto significa, dijo, que presta atención a «los grandes, los chicos, los pobres, con los que no creen». Por tanto, la Iglesia necesita de «curas cercanos, que están, que hablan con todos». En definitiva, de «curas callejeros».

Como ya hiciera en su encíclica «Evangelii Gaudium» –considerada programática para su Pontificado– Bergoglio recordó que «la cercanía es la clave del evangelizador porque es una actitud clave en el Evangelio». «Al sacerdote cercano, ese que camina en medio de su pueblo con cercanía y ternura de buen pastor, no es que la gente solamente lo aprecie mucho» sino que «va más allá» porque «siente por él una cosa especial, algo que solo siente en presencia de Jesús», subrayó para terminar su homilía.

Al final de la celebración, y poniendo en práctica lo que él mismo había predicado sobre la necesidad de ser figuras cercanas, se acercó a saludar a todos los sacerdotes que participaron en la celebración uno por uno y les obsequió con un libro.