Saverio Cannistrà: «Debemos sacar a la juventud del mundo virtual para que entre en el real»

Saverio Cannistrà es el superior general de la Orden del Carmelo Descalzo; fue reelegido el pasado mes de mayo. Doctor en Teología dogmática por la Universidad Gregoriana, ha sido profesor de Cristología y de Antropología teológica en la Facultad de Teología de Italia Central, en la sede de Florencia. Estos días participa en el Encuentro Europeo de Jóvenes, que hoy se clausura con la Eucaristía de envío.

–¿Qué mensaje tiene Teresa para los jóvenes católicos?

–Santa Teresa de Jesús, además del mensaje más espiritual y de la mística, tiene una gran capacidad de formarnos. Puede dar esperanza a los jóvenes. Nos encontramos ante una mujer muy concreta, muy realista, con un gran deseo y una gran pasión. Ella no sueña, ella dice: «Voy a hacer lo poquito que hay en mí» y eso me parece un mensaje estupendo para los jóvenes de hoy que muchas veces se desaniman, se sienten débiles, frágiles y no ven muchas oportunidades. Teresa nos recuerda que siempre hay un poquito que podemos y debemos hacer nosotros. Y de ese poquito depende lo mucho que deseamos.

–¿Cómo presentarles a esta figura tan importante?

–Es la parte más difícil. Teresa tiene una riqueza inagotable, pero nosotros, como Orden, como Iglesia, debemos ser capaces de traducir esta riqueza a un lenguaje entendible. Debemos hacerlo a través de la experiencia. Es decir, puedo transmitir el mensaje de Teresa de una manera clara y creíble si lo he vivido. Si lo he vivido puedo hablar con palabras concretas sacadas de mi vida y no repetir palabras leídas o escuchadas. Cuando hay una persona que está hablando de su experiencia concreta, los jóvenes lo sienten, lo perciben y lo reciben. Antes de hablar a los jóvenes me preguntaría qué estoy viviendo yo del carisma teresiano, de la espiritualidad teresiana y entonces encontraría las palabras necesarias para llegar a ellos.

–Teresa es, ante todo, maestra de oración. ¿Cómo animar a un joven que escucha música en su móvil, juega a videojuegos y chatea con sus amigos a la vez a que dedique parte de su tiempo a laoración?

–Es cierto que los jóvenes de hoy viven una situación muy distinta a la que vivió Santa Teresa, pero sí podemos decir que también en el tiempo de Teresa estaba «el mundo» y las «distracciones del mundo», y en este sentido la Santa tiene algunas respuestas. Ella insiste mucho en la compañía de «los buenos, de los amigos de Dios». Me parece que la comunidad puede ayudar a un individuo a entrar en un cierto mundo, en un cierto clima de silencio, de amistad y ése puede ser el camino. Es aconsejable, por tanto, no empezar solos, sino en grupo, para ayudarse en este camino.

–Este encuentro que hoy concluye en Ávila, ciudad natal de Santa Teresa, sin duda habrá ayudado a los jóvenes a conocer más a Teresa de Jesús, ¿no?

–Cierto, pero debemos educar a los jóvenes a apreciar la historia y lo que se ve aquí en Ávila. No nos podemos quedar en el espectáculo artístico que supone estar en una ciudad Patrimonio de la Humanidad. Debemos educar a los jóvenes a que sepan leer en estas piedras, a zambullirse en el Siglo de Oro español para poder conocer a la propia Teresa de Jesús. Debemos sacar a los jóvenes de un mundo virtual para que entren en el mundo real.

–¿Qué espera que se lleven de este encuentro?

–Yo espero que puedan llevarse consigo en la mochila un sabor de la experiencia de Teresa, de la amistad que Teresa ha vivido, de una manera diferente de vivir la vida, de hacer una jerarquía diferente de valores y ver que pueden ser felices dando la vida para el otro. Éste sería el logro de este encuentro. Espero que algo pueda cambiar en el corazón de los jóvenes.