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El láser que “borra” las cicatrices causadas por quemaduras

Los nuevos dispositivos remodelan la piel afectada con resultados muy buenos en cuanto a flexibilidad y mejoría de la apariencia estética

Quemadura antes de tratar
Quemadura antes de tratarlarazonLa Razón

El impacto emocional que ocasiona un accidente por quemadura en cualquier persona es de los más devastadores observados en Medicina. Tras una primera fase de abordaje quirúrgico, el paciente está muy afectado por el dolor que ha tenido que manejar pero, además de esto, las cicatrices resultantes, que le producirán molestias e incapacidad funcional, son un recordatorio constante del trauma vivido.

Por suerte, los últimos avances tecnológicos han conseguido minimizar estos efectos, tanto a nivel funcional como estético así como mejorar enormemente los resultados en el tratamiento y evolución de las secuelas de una quemadura.

Tal es el caso de los láseres fraccionados ablativos de CO2 que, desde hace pocos años se han utilizado para remodelar la piel afectada por la quemadura con resultados muy buenos en cuanto a flexibilidad de la misma y mejoría de la apariencia estética. "Lo que hacen es emitir la energía de forma fraccionada, como si fuera un punteado, lo que permite tratamientos eficaces con periodos más cortos", explica Josefina Royo, subdirectora del Instituto Médico Láser de Madrid. La remodelación que se genera en la dermis es tan potente que, en algunas zonas, las características de la piel se asemejan a la normal, si bien reconoce que aún son necesarios más estudios histológicos para evaluar cómo se produce esta gran mejoría de la piel con cicatrices por quemaduras. El reordenamiento y la generación de nuevo colágeno parece ser el elemento que consigue esta recuperación.

El tipo de paciente que suele recibir este abordaje es aquel que ya ha pasado por cirugía plástica, reparadora o que se ha sometido a un injerto. "Nos los mandan para seguir tratando las cicatrices y mejorarlas. No sólo desde el punto de vista estético, sino también funcional. Por ejemplo, cuando se hacen bridas, es decir, cuando el tejido cicatrizal tiene demasiadas fibras de colágeno de patrón especial, lo que limita el movimiento del paciente. Por ejemplo, cuando la cicatriz se encuentra en el cuello e impide girarlo, o en la axila, no pudiendo subir el brazo", explica la doctora. En estos casos la piel está más endurecida. Esto, con el CO2 se mejora, pues consigue más elasticidad en la piel del paciente.

"No elimina las cicatrices totalmente pero es útil como coadyuvante después de haber pasado por tratamientos previos tras la quemadura –subraya–. En grandes quemados lo que se busca no es tanto la corrección como la funcionalidad".

Mano después del tratamiento
Mano después del tratamientolarazonLa Razón

Quizá lo más novedoso es la aparición de las técnicas de administración transepidérmica de fármacos. Los resultados obtenidos mediante la introducción de principios activos como el ácido retinoico a través de los canales físicos creados por el láser fraccionado de CO2 son espectaculares pues se consigue una mejor penetrabilidad de sus principios activos.

"Nos mandan pacientes de la Unidad de Quemados del Hospital La Paz, de Madrid, y aquí les tratamos en una segunda fase para mejorar el tejido cicatrizal. También en el caso de erosiones en la piel por accidentes de motos logramos un gran componente de mejora", cuenta Royo. Tanto es así que, a consecuencia de la gran demanda generada, el Instituto Médico Láser ha creado una Unidad de Tratamiento de Cicatrices por Quemadura. En ella se han atendido ya a más de un centenar de pacientes provenientes de toda España. El índice de satisfacción con el nuevo tratamiento es muy alto.

También para uso estético

A parte de este uso médico, el láser de CO2 tiene también una aplicación meramente estética. Así, elimina hasta el 80% de las cicatrices producidas por el acné, sirve para remodelar el colágeno en el caso de las estrías (utilizado conjuntamente con otros tratamientos como la carboxiterapia) y mejora la cicatriz de la cirugía de tiroides. Empleado con láser de colorante pulsado, que destruye los capilares del queloides, la acción conjunta de ambas herramientas logran disimularlas en más del 90%.

En cuanto a sus resultados en las cicatrices "depende del tipo que sea, su profundidad o extensión, pero en algunas llegan a no notarse", finaliza la experta.