Uno de los instrumentos fundamentales de las unidades de cuidados críticos es la respiración artificial. En estas unidades de la Comunidad de Madrid disponían de ventiladores suficientes para atender a los enfermos, pero resultan insuficientes a medida que la crisis ha avanzado. El problema es que no todos los enfermos precisaban antes de este aparataje y ahora sí, al estar las UCIS pobladas de infectados por coronavirus en lugar de otras patologías.

De las 542 personas ingresadas en estos servicios, 500 utilizan ya respiración asistida. La falta de equipos es tan grave que, según ha podido saber LA RAZÓN, algunos hospitales han tenido que echar mano de ventiladores de uso humano que se estaban empleando en la investigación con cerdos para la asistencia de los pacientes, después de someterlos a una completa esterilización.

Es el caso, por ejemplo, del Hospital Doce de Octubre, aunque fuentes sanitarias aseguran que esto está ocurriendo también en otros centros sanitarios de la comunidad.