Coronavirus

“Con el Covid-19 se elevan unos marcadores inmunes, claves para saber cómo evolucionará el paciente”

Entrevista a Eduardo López-Collazo, director del Instituto de Investigaciones Sanitarias del Hospital Universitario La Paz de Madrid, que acaba de publicar un nuevo libro: «¿Qué es el VIH? Historia, presente y futuro de una pandemia»

-Hoy ya no se habla de personas con sida, sino VIH positivas, ¿cuál es la esperanza de vida?

-En los años 80 el VIH era sida porque ya habían manifestado la enfermedad. Hoy, gracias a los fármacos, son seropositivos pero no tienen sida. Respecto a la esperanza de vida, en condiciones iguales de partida, no hay diferencia.

-¿Qué mensaje quiere transmitir con su nuevo libro «¿Qué es el VIH? Historia, presente y futuro de una pandemia» (Oberon)?

-Primero, que se conozca la verdad. Me centro en cómo evolucionó en Madrid y en La Habana. Trato de eliminar esa idea de que fue creado en un laboratorio y explico cómo gracias a la Ciencia se salvan vidas. Sin quererlo he hecho un paralelismo con lo que está sucediendo ahora. Cuando lo estaba terminando el Covid-19 estaba en China. No me imaginé que las historias fueran tan paralelas. La Ciencia puede lograr vencer un virus, la clave es cuánto tiempo necesita. También hablo de la importancia de que no se baje la guardia y de las diferentes terapias. Es una novela corta en la que cuento una historia a través de personajes reales a los que he cambiado el nombre y en la que añado píldoras de conocimiento.

-Desmónteme algún mito.

-Al principio se llamaba cáncer gay, por eso la Administración de Reagan no le hacía caso. Y no se cayó en las transfusiones de sangre. Desmiento lo del paciente 0, que se asoció a un canadiense que viajó a Estados Unidos...

-Reagan tardó seis años en pronunciar la palabra «sida» en un discurso. ¿Hay paralelismos entre cómo se gestionó el VIH y el Covid-19?

-Sí, aquí nos importa más el ser humano, allí el liberalismo. Y lo mismo sucede hoy. EE UU no toma medidas que ha tomado Europa, de ahí los datos de pandemia. Protegen, en cambio, la economía y la falsa idea de la libertad que allí se traduce en no velar primero por la salud de todos. Por cierto, fue la mujer de Reagan la que, aunque tarde, le insistió en que tomara las riendas del VIH.

-¿Están las personas infectadas por el VIH protegidos ante el Covid-19?

-Hay algún estudio publicado, y se sigue investigando aquí en Madrid, pero aún no hay una conclusión sólida. Algunos especulaban que la población con VIH tratada con antirretrovirales está protegida, pero faltan más estudios.

-El Hospital La Paz investiga las causas por las que el sistema inmunológico «se agota tan rápido» con el Covid-19, ¿nos puede adelantar algo?

-Soy el investigador principal. Intentamos ver cómo se manifiesta la enfermedad en el sistema inmunológico para clasificarlos nada más llegar a urgencias y gestionar una medicina personalizada. Los resultados son interesantes, pero aún no han sido publicados. Te puedo avanzar que en los primeros momentos se elevan algunos marcadores inmunes que nos dan pistas de cómo va a evolucionar el paciente y nos muestra un camino potencial para una diana farmacéutica. Esto nos permitirá estar preparados para poder clasificar a los pacientes y proponer algún fármaco, lo que ayudará a reducir la mortalidad, ya que nos permite evitar que un paciente que llegue por ejemplo sin síntomas graves se le mande a casa si tiene marcadores elevados.

-En su libro habla de que hay 32.000 virus sólo en mamíferos, ¿qué se puede hacer para prevenir futuras pandemias?

-O más y todos proclives a convertirse en potenciales Covid-19. Hay que invertir en investigación en todos los niveles.

-¿Qué se ha hecho bien y qué mal frente al Covid-19?

-Se ha hecho bien el confinamiento, obligar, aunque tarde, a llevar la mascarilla y poco más. No entiendo cómo se han mantenido cerrados los institutos de investigación. Hay investigadores en formación que no pueden ir al centro a terminar la tesis pero sí ir al cine o a una discoteca. Hay tan poca fe en la Ciencia que ni se dan cuenta de la importancia que tiene. Se invierte muy poco. Al principio dieron 30 millones para investigar el Covid-19, es ridículo que piensen que con eso vayamos a tener la vacuna o que el ministro de Ciencia dijera que el 30 abril tendríamos la vacuna española. La inversión ha aumentado pero siempre ha sido famélica. Tenemos que aprender. Ya nos pasó con el VIH, la batalla contra el Covid-19 la ganará la Ciencia.