Pandemia

Uno de cada tres adultos sufre ansiedad por Covid-19

Las mujeres y los jóvenes de menos de 35 años son los más vulnerables frente a la depresión pandémica

La fatiga en los pacientes con covid persistente está relacionada con padecer ansiedad, depresión y apatía
La fatiga en los pacientes con covid persistente está relacionada con padecer ansiedad, depresión y apatíaServicio Ilustrado (Automático)UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID

La presión provocada por la pandemia del coronavirus deja una huella devastadora en la salud mental de la mayoría de la población, hasta el punto de que uno de cada tres adultos, particularmente mujeres, adultos más jóvenes y aquellos con un nivel socioeconómico más bajo, está experimentando angustia psicológica y síntomas de depresión relacionados con la Covid-19, tal y como confirman investigadores de la Escuela de Medicina Duke-NUS, Singapur, en la revista científica Plos One.

La Covid-19 sigue planteando graves amenazas para la salud pública en todo el mundo, y las intervenciones como los cierres, la cuarentena y el distanciamiento social están teniendo un impacto adverso en el bienestar mental de las poblaciones. La pandemia ha aumentado la carga de angustia psicológica, incluida la ansiedad, la depresión, el estrés postraumático y el insomnio. Sin embargo, los factores asociados con una mayor susceptibilidad a la angustia psicológica entre los adultos de la población general durante la Covid-19 aún no se conocen bien, tal y como estima el artículo.

“Comprender estos factores resulta crucial para diseñar programas preventivos y planificación de recursos de salud mental durante la pandemia y los brotes de Covid-19 de rápida evolución”, explica el profesor Tazeen Jafar, miembro del Programa de Investigación de Sistemas y Servicios de Salud de Duke-NUS, quien dirigió el estudio. “Estos factores podrían usarse para identificar poblaciones en alto riesgo de angustia psicológica para que se les puedan ofrecer intervenciones remotas y en persona específicas”.

Factores de riesgo

Por su parte, la profesora Jafar y su equipo realizaron un metaanálisis de 68 estudios realizados durante la pandemia, que incluyeron a 288.830 participantes de 19 países, para evaluar los factores de riesgo asociados con la ansiedad y la depresión entre la población general. Descubrieron que, entre las personas más afectadas por la ansiedad o depresión relacionada con Covid-19, las mujeres, los adultos más jóvenes, las personas de nivel socioeconómico más bajo, las que viven en áreas rurales y las que tienen un alto riesgo de infección por Covid-19 tenían más probabilidades de experimentar trastorno psicologico. El hallazgo de que las féminas tenían más probabilidades de experimentar angustia psicológica que los hombres es consistente con otros estudios globales que han demostrado que la ansiedad y la depresión son más comunes en las mujeres. “El estatus social más bajo de las mujeres y el acceso menos preferencial a la atención médica en comparación con los hombres podrían ser potencialmente responsables del impacto psicosocial adverso exagerado en las mujeres”, sugieren los investigadores. “Por lo tanto, los programas de extensión para los servicios de salud mental deben dirigirse a las mujeres de manera proactiva”.

La edad también resulta determinante, ya que los adultos más jóvenes, de 35 años o menos, tenían más probabilidades de experimentar angustia psicológica que los mayores de 35 años. Aunque las razones de esto no están claras, estudios anteriores han sugerido que podría deberse al mayor acceso de las personas más jóvenes a la información de Covid-19 a través de los medios de comunicación. Este estudio actual también confirmó que una exposición más prolongada a los medios se asoció con mayores probabilidades de ansiedad y depresión.

Otros factores asociados con la angustia psicológica incluyeron vivir en áreas rurales; educación más baja, ingresos más bajos o desempleo, así como tener un alto riesgo de infección por Covid-19, ya que se ha demostrado que pasar la enfermedad aumenta el riesgo de desarrollar síntomas depresivos. Sin embargo, se demostró que tener un apoyo familiar y social más fuerte y utilizar estrategias de afrontamiento positivas reducen el riesgo de angustia psicológica. “El público en general y los profesionales de la salud deben ser conscientes de la gran carga de angustia psicológica durante la pandemia, así como la educación sobre estrategias de afrontamiento”, dijo el profesor Jafar. “Es necesario alentar a los pacientes a buscar ayuda y acceder a los servicios de asesoramiento sobre salud mental con las derivaciones adecuadas”.