Cáncer

“Me contagié de Covid y al recuperarme me subieron las plaquetas y pude entrar en un ensayo por mi mieloma múltiple”

El pasado verano Miguel Ángel Montero tuvo una importante recaída. Después se infectó del SARS-CoV-2 y por fin tuvo una buena noticia. “No sé el tiempo que viviré, pero lo que me ha pasado es alucinante. Mi hematóloga no entendía cómo era posible que me subieran las plaquetas tras el coronavirus”

Miguel Ángel melanoma, tuvo covid y está en un ensayo
Miguel Ángel melanoma, tuvo covid y está en un ensayoLa RazónLa Razón

Miguel Ángel Montero es un claro ejemplo de lo importante que es la investigación. En 2016 le detectaron unos niveles elevados de creatinina. Cada tres o cuatro meses iba a revisiones, aunque confiaba en que hasta los 65-70 años no se le iba a reproducir ningún tumor. Pero el pico monoclonal fue subiendo y al año siguiente le detectaron mieloma múltiple. “Lo primero que pensé es que era una pesadilla”. No se lo creía, seguía jugando al fútbol (fue futbolista de segunda y tercera división del Valdepeñas, del Manchego... y en este momento estaba con los jubilados del Manchego) y estaba preparando una media maratón. “No estaba cansado ni me dolía nada. Recuerdo que todo el cuerpo se me erizó. No entendía lo que pasaba y me asusté. En definitiva, no asumía lo que tenía”.

En ese momento Miguel Ángel, que ahora tiene 53 años, comenzó con un tratamiento. Con el paso del tiempo necesitó un autotrasplante. “Me sacaron células madre buenas del cuerpo unos cuatro meses antes el autotrasplante y las congelaron. Después me sometieron a una quimioterapia fuerte por lo que mis plaquetas y leucocitos se quedaron a cero. Me fue bien, pero a los tres o cuatro meses mi médula empezó a dar sangre envenenada. En enero de 2019 ingresé en el hospital por una crisis. Me pusieron otro tratamiento y logré estar meses y meses con la enfermedad a raya. Pero el mieloma me fue haciendo daño, te provoca lesiones en los huesos que te van molestando”. Lo peor vino a partir del pasado verano. “En junio me encontraba bastante mal, tuve una recaída fuerte. Ingresé en el hospital para que me hicieran transfusiones sanguíneas. Mis médicos del Hospital de Ciudad Real preguntaron al 12 de Octubre si tenían algún ensayo en el que pudiera entrar. Empezaba uno en agosto. Sin embargo, en ese momento Miguel Ángel tenía las plaquetas muy bajas y no fui apto. Fue entonces cuando se sometió “a una quimioterapia bastante severa de 125 horas enganchado a la máquina. El primer día, tras 30 horas conectado, cogí Covid. Creo que no fue en el Hospital porque me hicieron hasta una PCR antes. Fue tremendo. Recuerdo que estaba con la quimio cuando a la 1 de la madrugada me desenganchan y me llevan a la planta Covid”. No estaba solo. Mi mujer estaba conmigo y también otros enfermos en la misma habitación. Por suerte, nadie, menos mi mujer y yo se contagió”.

Entre 12 y 14 días permaneció en la planta Covid hasta que por fin dio negativo. “El problema mío es que necesitaba seguir este tratamiento y las transfusiones sanguíneas. Me hicieron durante la Covid entre siete u ocho transfusiones. El tratamiento de quimio, eso sí, no me lo pudieron dar. En ese momento pensé que había llegado mi hora, cogí una ansiedad tremenda hasta el punto que no podía respirar por la ansiedad y no sabía si era por Covid o por claustrofobia”.

Miguel Ángel solo tiene palabras de agradecimiento para todos los sanitarios. “Me cuidaron muy bien, pero la verdad es que pensé que de allí no salía. Cuando los hematólogos me dijeron que podía salir fue el milagro que necesitaba. A la semana, tuve una mejoría de plaquetas y defensas tremenda. Fue entonces cuando hablamos otra vez con el Hospital 12 de Octubre”.

“No sé el tiempo que viviré, pero lo que me ha pasado es alucinante. Mi hematóloga no entendía cómo era posible que me subieran las plaquetas tras la Covid. Tanto me subieron que entré en el ensayo”. Y no sólo. “Tenía necropsia en la mandíbula por el tratamiento para el mieloma y se me curó. Sólo me quitaron un trocito y nada más. Esto sucede en 1 de cada 100.000 casos. ¿Milagro?,” se pregunta, pero “es que después entré en el ensayo, eso es otro milagro y no soy creyente, lo justo”.

Miguel Ángel dejó la quimioterapia fuerte y tras hacerle una serie de pruebas a finales de octubre le dijeron que era apto para el ensayo puesto en marcha en la Unidad CRIS de Tumores Hematológicos del Hospital 12 de Octubre con el Dr. Joaquín Martínez. “El ensayo lo empezamos en septiembre de 2020 gracias en parte con la financiación de CRIS contra el cáncer. Está basado en la inmunoterapia avanzada. Es un tratamiento subcutáneo llamado anticuerpo bioespecífico anti-BCMA, que une los linfocitos T que nos defienden de los tumores con el tumor para este sea eliminado. Empezamos a investigar en la fase I con siete pacientes con estadios avanzados de la enfermedad: mieloma múltiple refractarios a tratamientos habituales. De esos siete, seis han respondido bien al tratamiento y uno ha sido refractario por lo que le hemos metido en otro ensayo. Ahora estamos en la fase I b, y hay más de 100 pacientes entre los grupos de trabajo de EE UU, UE, Canadá y en España, Barcelona, Salamanca, Navarra y nosotros”, explica el Dr. Martínez, jefe del Servicio de Hematología del 12 de Octubre, profesor de la Universidad Complutense de Madrid de Medicina y director de la Unidad de Investigación de Terapia Hematológica de la Unidad CRIS.

“Los resultados parece que son buenos -prosigue-, aunque falta el estudio final. Luego se si confirman los resultados preliminares entraríamos en la fase III. No sabemos en cuánto tiempo aumentará la esperanza de vida de estos pacientes, pero creemos que podremos doblarla o más”. Algo esencial, porque la media de supervivencia de estos enfermos está entre cinco y ocho meses, lo que no quita que alguien pueda vivir mucho más.

Miguel Ángel es uno de esos seis pacientes que respondió bien al tratamiento. “Cuando vino la primera vez para ver si podía ser candidato estaba realmente mal, después tuvo Covid y cuando lo superó entró en el ensayo. Ha desaparecido la enfermedad en tres meses. Es increíble”, se asombra el propio doctor.

“El primer pinchazo me lo dieron el 18 de noviembre de 2020. Entré flojito porque el mieloma en una semana te come. Tenía fiebres tumorales y en una semana, yo no sé cómo, me entonaron”, recuerda Miguel Ángel.

Miguel Ángel lleva ya ocho pinchazos y está en el segundo ciclo del ensayo. En la primera evaluación, que se hace cada cuatro pinchazos, mis plaquetas subieron de 40-50 a 100.000″, dice alucinando. “No sé cuanto durará esto, pero yo soy otro. Puedo dar paseos largos sin cansarme, he recuperado el apetito”, algo clave porque Miguel Ángel perdió entre siete y ocho kilos por la anemia.

Por estos “milagros” que permite la Ciencia, Miguel Ángel pide “poner en valor a los investigadores, en vez de tanta adoración a futbolistas y tenistas. Me siento un privilegiado. Estoy vivo gracias a esta gente. Si no te dan este medicamento te vas para adelante, y tengo mujer y un hijo de nueve años”. “Si me dijeran que les tuviera que dar un dedo, dos o tres a los investigadores se lo daba sin dudarlo. Me han dado otra oportunidad, este verano estaba fatal y ahora camino cuatro o cinco kilómetros al día y llevo sólo un par de meses en tratamiento”. Eso sí, Miguel Ángel sabe que todo puede volver. “Soy consciente de lo que tengo, pero que me quiten lo bailao. En mi caso que viva dos, tres, ocho o diez meses más depende de la investigación. Lo mismo se sucede a una señora que viene conmigo al ensayo”.

Por todo ello, Miguel Ángel se pregunta ¿cómo dar las gracias? “No hay palabras para agradecer lo que han hecho por mí. Cada vez que algún amigo me dice ánimo, le doy el teléfono de la Fundación CRIS Contra el Cáncer. Pagamos por ver el fútbol, las series... yo antes era el primero en pagar por eso, y si estoy vivo es por esta Unidad. No sé el tiempo que tendré, pero el que me han dado gratis voy a aprovecharlo, hay que vivir”.