Cardiovascular

Hallan las primeras pruebas de que la presión arterial alta causa fibrilación auricular

La fibrilación auricular es el trastorno del ritmo cardíaco más común y multiplica por 5 el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular

La hipertensión es una de las principales causas de muerte y enfermedad en todo el mundo | Fotografía de archivo
La hipertensión es una de las principales causas de muerte y enfermedad en todo el mundo | Fotografía de archivolarazon

Tener una presión arterial alta no es trivial y puede poner en serio peligro la salud: la primera evidencia de datos genéticos de que la presión arterial alta está causalmente asociada con la fibrilación auricular, el trastorno del ritmo cardíaco más común se publica hoy en la revista científica European Journal of Preventive Cardiology, con un estudio liderado por el Dr. Georgios Georgiopoulos, del King’s College London, Reino Unido y de la Universidad Nacional y Kapodistrian de Atenas, Grecia. “Establecer que la presión arterial elevada causa fibrilación auricular proporciona un impulso adicional a las estrategias de salud pública destinadas a mejorar el control de la presión arterial en la población general y por los esfuerzos individuales para mantener los niveles bajo control“, advierte Georgiopoulos.

La fibrilación auricular es el trastorno del ritmo cardíaco más común y afecta a más de 40 millones de personas en todo el mundo, una cifra nada desdeñable si se tiene en cuenta que los individuos que sufren este trastorno tienen un riesgo cinco veces mayor de sufrir un accidente cerebrovascular. Estudios anteriores han demostrado una asociación entre la presión arterial alta y el desarrollo de fibrilación auricular, pero no hubo pruebas sólidas de causalidad directa.

Para investigar si la presión arterial tiene un impacto directo sobre el riesgo de fibrilación auricular, los investigadores llevaron a cabo un ensayo controlado aleatorio de forma natural, llamado asignación al azar mendeliana. Utilizaron datos del mayor estudio de asociación de genoma completo (GWAS) sobre la presión arterial y la fibrilación auricular que incluyó a más de un millón de personas de ascendencia europea, de las cuales 60.620 tenían fibrilación auricular y 970.216 no. El primer paso fue identificar 894 variantes genéticas asociadas con la presión arterial. A continuación, los investigadores analizaron cuáles de esas variantes desempeñan un papel en la fibrilación auricular. Para realizar el ensayo controlado aleatorio de forma natural, las 894 variantes genéticas se asignaron al azar a todos los participantes en el momento de la concepción, lo que le dio a cada individuo un nivel de presión arterial. Luego, los investigadores analizaron la asociación entre la presión arterial y la fibrilación auricular.

La presión arterial elevada se asoció con un mayor riesgo de fibrilación auricular. Específicamente, los aumentos de 1 mmHg en la presión arterial sistólica, la presión arterial diastólica y la presión del pulso se asociaron con aumentos relativos del 1,8%, 2,6% y 1,4% en el riesgo de fibrilación auricular, respectivamente. El Dr. Georgiopoulos explica que “los resultados proporcionan pruebas sólidas de una relación causal entre la presión arterial y la fibrilación auricular. El uso de información genética en los análisis minimiza la probabilidad de causalidad inversa (es decir, que la fibrilación auricular cause hipertensión arterial) o que otros rasgos estén relacionados la fibrilación auricular (factores de confusión) fueron los responsables. Nuestro estudio mostró que la relación no fue impulsada por otras afecciones, como la enfermedad de las arterias coronarias y la obesidad“. El autor de la investigación concluye que “estos hallazgos confirman la hipótesis de que la fibrilación auricular se puede prevenir. Esto indica que el control estricto de la presión arterial podría ser una estrategia eficaz para detener la fibrilación auricular y sus complicaciones, que incluyen accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca, demencia y depresión”.