Alimentación

Una dieta rica en verduras y pescado reduce el riesgo de Covid-19 grave hasta un 70%

Abusar de proteínas multiplica por cuatro el peligro de desarrollar una infección grave por SARS-CoV-2, según un estudio publicado en “BMJ Nutrition”

La restricción calórica mejora las respuestas metabólicas e inmunitarias que mejoran la salud
La restricción calórica mejora las respuestas metabólicas e inmunitarias que mejoran la saludUNSPLASH

Comer bien es una de las herramientas más eficaces que tenemos a nuestro alcance para estar sanos, también en medio de esta pandemia. Y así lo ha vuelto a corroborar la evidencia científica, ya que las dietas a base de vegetales y de pescados son capaces de reducir las probabilidades de desarrollar una infección moderada a grave de Covid-19 entre un 73% y 59%, tal y como confirma un estudio de carácter internacional publicado hoy en la prestigiosa revista “BMJ Nutrition Prevention & Health”.

La idea de que nuestra alimentación protege frente al SARS-CoV-2 no es nueva, ya que la dieta mediterránea es capaz de reducir el riesgo de Covid-19 un 64%, tal y como avanza el estudio español impulsado por Miguel Ángel Martínez-González, catedrático de la Universidad de Harvard y director del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, quien ha liderado este trabajo de la mano de la red de investigadores Predimed. Ahora, este nuevo hallazgo aumenta la evidencia que confirma que nuestra alimentación puede convertirse en el escudo más potente frente al coronavirus.

En concreto, los investigadores basan su análisis en las respuestas de una encuesta entre más de 2.000 médicos y enfermeras con una amplia exposición al SARS-CoV-2 procedentes de diferentes hospitales de Francia, Alemania, Italia, España, Reino Unido y Estados Unidos. En concreto, los participantes formaban parte de una red global de profesionales sanitarios registrados en la red Survey Healthcare Globus sobre la investigación del mercado sanitario. La encuesta, que se desarrolló entre julio y septiembre de 2020, fue diseñada para obtener información detallada sobre los patrones dietéticos de los encuestados, basada en un cuestionario de frecuencia de varios alimentos durante el año anterior y la gravedad de cualquier infección por Covid-19 que tuvieran, además de otros antecedentes personales, historial médico, uso de medicamentos y estilo de vida, como edad, tabaquismo o realización de ejercicio físico.

Así, los encuestados que dijeron que consumían dietas a base de vegetales o pescado tenían, respectivamente 73% y 59 % probabilidades más bajas de infección moderada a grave de Covid-19, en comparación con aquellos que no tenían estos patrones dietéticos, mientras que aquellos que aseguraron que consumían una dieta baja en carbohidratos y muy rica en proteínas tenían casi cuatro veces más probabilidades de contraer una infección por Covid-19 de moderada a grave.

A pesar de que, tal y como puntualizan los investigadores, al tratarse de un trabajo de observación no puede establecerse una causa, sino una correlación, lo cierto es que los expertos no dudan de la capacidad que tiene la alimentación en la protección frente al SARS-CoV-2, ya que las dietas a base de vegetales son ricas en nutrientes, vitaminas y minerales, todos los cuales son importantes para un sistema inmune saludable, mientras que el pescado es una fuente importante de vitamina D y ácidos grasos omega-3, los cuales tienen propiedades antiinflamatorias.

Y así lo corroboran los expertos españoles, ya que “la relación entre nutrición y sistema inmune es muy compleja e intervienen muchos factores como vitaminas, minerales, la microbiota… La deficiencia de algunos de estos micronutrientes, como el zinc o la vitamina D, puede ocasionar desórdenes inmunológicos. Además, patrones alimentarios proinflamatorios pueden empeorar la capacidad inmune de las personas y dificultar su defensa contra agresiones externas”, recuerda Pablo Suárez, miembro del área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). “Llevar una dieta rica en frutas, verduras, pescado, frutos secos, o aceite de oliva, como la mediterránea, confiere unas características antiinflamatorias y antioxidantes bien definidas. Así, puede producir efectos directos sobre el sistema inmune y la respuesta inflamatoria a través de los ácidos grasos monoinsaturados, tocoferoles y polifenoles de los que es rica; e indirectos, al ser una dieta baja en grasas saturadas y tener un buen perfil de ácido linoleico/alfa linolénico”.

Y esta misma explicación la refrenda Carmen Martín Alonso, vocal de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), quien reconoce que, “sin duda, nuestro sistema inmune es la mejor arma que tenemos contra la Covid-19 y la dieta mediterránea contiene todo lo necesario en proporciones adecuadas para un correcto funcionamiento del mismo. Una buena hidratación es importante también, sobre todo en personas mayores, ya que el virus entra a través de las mucosas y si no están bien hidratadas, porque no tomamos agua suficiente, se lo estamos poniendo más fácil”.