Estudio

El 34% de los pacientes Covid recibió antibióticos de forma inadecuada en España

Las complicaciones son más frecuentes en el grupo a los que dieron este tratamiento, según un estudio de la SEMI

Manos de un paciente ingresado por Covid-19
Manos de un paciente ingresado por Covid-19Eduardo ParraEuropa Press

Una nueva investigación de cohorte retrospectiva basada en datos del Registro SEMI-COVID-19 de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) ha analizado el uso de antibióticos en pacientes españoles hospitalizados por COVID-19 y ha constatado que el tratamiento con este tipo de fármacos ha sido generalizado pese a ser medicamentos destinados a combatir infecciones bacterianas, no virales. “La mayoría de pacientes con Covid-19 recibió antibióticos aunque las coinfecciones bacterianas son raras”, apuntan los autores del estudio, que recuerdan que, según la literatura científica, representan solamente entre un 8,5 y 12% de casos.

Los resultados del estudio se han publicado en un artículo firmado por 25 médicos internistas españoles en “PLOS ONE” bajo el títuloInappropriate antibiotic use in the COVID-19 era: Factors associated with inappropriate prescribing and secondary complications. Analysis of the registry SEMI-COVID”. En él se analizan los factores de riesgo de prescripción inadecuada de antibióticos en estos pacientes y describe las posibles complicaciones derivadas de su mal uso.

De los 13.932 pacientes analizados e incluidos en el Registro, 3.047 (22%) no recibieron antibióticos, 6.116 (44%) percibieron una prescripción adecuada de antibióticos y 4.769 (34%) recibieron antibioterapia de forma inadecuada. Para este estudio en particular, los pacientes que recibieron antibióticos se dividieron en dos grupos según la prescripción adecuada o inapropiada, dependiendo de si el paciente cumplía con algún criterio de uso o no.

Se utilizaron antibióticos sistémicos distintos de los macrólidos en 10.885 pacientes. Los antibióticos prescritos con mayor frecuencia fueron los betalactámicos (72,2%), las quinolonas (13,4%), linezolid (2,2%), glicopéptidos (1,6%), cotrimoxazol (0,6%) y tetraciclinas (0,6%). El resto de los antibióticos representaron menos del 0,3%, informan desde la SEMI.

Del total de pacientes, el 52,4% (7.294) cumplía al menos un criterio para el uso de antibióticos. Los criterios más comunes fueron infiltrado alveolar unilateral (17,5%), tos con expectoración purulenta (15,5%), PCR negativa de SARS-CoV-2 (11,9%), coinfección y/o superinfección bacteriana respiratoria (10,9%) o sepsis (6,2%), entre otros.

Por otro lado, de un total de 1.078 pacientes críticos que ingresaron en unidades de UCI, no recibieron prescripción de antibióticos 29 pacientes (2,7%), mientras que se prescribieron adecuadamente en 833 pacientes (77,3%) y de forma inadecuada en 216 pacientes (20,0%).

Asimismo, la aparición de complicaciones potencialmente resultantes de la prescripción farmacológica fue más frecuente en pacientes con antibióticos (19,6% vs 10,5%). La presencia de complicaciones fue similar en pacientes con prescripciones adecuadas e inapropiadas de antibióticos. Aunque, en relación a ello, cabe resaltar como conclusión relevante que los pacientes con antibioterapia inadecuada también están expuestos a las complicaciones, pese a no obtener beneficio alguno del tratamiento.

Prescripción según avanzó la pandemia

Entre los hallazgos relevantes, los investigadores también encontraron un cambio en el uso de antibióticos a medida que avanzaba la pandemia y la investigación científica. Si en la primera fase de la crisis sanitaria -entre febrero y marzo de 2020- se utilizaron antibióticos en el 79,5% de los casos, el porcentaje bajó al 71,3% en los ingresos posteriores (después de marzo). Un hecho que supone una “diferencia estadísticamente significativa”. Una de los objetivos primarios del trabajo fue describir en qué pacientes la antibioterapia se podía haber prescrito de forma inadecuada, con la intención de optimizar (o suspender) dicha prescripción.

Por último los investigadores resaltan que “es esencial integrar los programas de optimización del uso de antibióticos en pacientes con SARS-CoV-2” y que resulta crucial “definir criterios de uso para identificar a los pacientes COVID-19 que requieren de prescripción antibiótica”.