Alimentación

Así daña la salud digestiva abusar de grasas y azúcar

La dieta occidental deteriora las células inmunitarias del tracto digestivo

La dieta rica en azúcares y grasas deteriora las células inmunitarias del tracto digestivo
La dieta rica en azúcares y grasas deteriora las células inmunitarias del tracto digestivolarazon

Todo aquello que comemos influye, y mucho, en nuestro organismo, hasta el punto de que puede declinar la balanza hacia la aparición de nuevas enfermedades. De hecho, decantarse por una dieta occidental, rica en azúcar y grasas, deteriora el sistema inmune de tal modo que puede aumentar el riesgo de infección y de enfermedad inflamatoria intestinal, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en St. Louis, y la Clínica Cleveland, en Estados Unidos, y publicado en la revista «Cell Host & Microbe».

La clave está en las llamadas células de Paneth, es decir, las encargadas de la inmunidad en el intestino al ayudar a mantener la inflamación bajo control. Así, «cuando éstas no funcionan correctamente, el sistema inmunológico intestinal resulta excesivamente propenso a la inflamación, lo que pone a las personas en riesgo de enfermedad inflamatoria intestinal y socava el control efectivo de los microbios que causan otro tipo de enfermedades», tal y como describen los autores.

La enfermedad inflamatoria intestinal es un conjunto de patologías que genera una inflamación crónica y que a día de hoy no tiene cura, lo que deteriora la calidad de vida de los afectados. Se estima que una de cada 450 personas en España la sufre: el 58% de estos pacientes presenta colitis ulcerosa, mientras que un 42% padece la enfermedad de Crohn, según datos de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), aunque estas cifras podrían triplicarse.

Abusar de azúcares y grasas juega una mala pasada a la salud. «Sabemos que la elevada ingesta de azúcares está asociada a la obesidad y a un incremento de riesgos metabólicos y enfermedad cardiovascular. Sin embargo, el consumo de azúcares refinados también está relacionado con una alteración de la microbiota intestinal, favoreciendo el crecimiento de especies patológicas como proteobacterias y disminuyendo bacterias beneficiosas para la integridad intestinal como bacteroidetes, generando una respuesta inflamatoria y menor capacidad para regular la integridad de la barrera intestinal, lo que conlleva la aparición de trastornos y síntomas intestinales», explica Tamara Ortiz, especialista de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD). Y algo similar ocurre con las grasas, aunque, tal y como matiza Ortiz, «existen algunas saludables que favorecen una adecuada salud intestinal, pues poseen efectos antiinflamatorios como los ácidos grasos omega 3 procedentes del aceite de pescado y fuentes vegetales como algunas algas y semillas de lino».

Sin embargo, tomar ácidos grasos trans (como margarinas y bollería industrial) y grasas saturadas de forma excesiva, «es decir, sobre el 7% del aporte calórico diario, es un factor de riesgo para determinadas patologías digestivas como enfermedad diverticular del colon, enfermedad inflamatoria intestinal como colitis ulcerosa y cáncer de colon, siendo esta última la tercera causa de muerte principal tanto en hombres como mujeres. Por ello, una dieta alta en este tipo de grasas es capaz de deteriorar el sistema inmune intestinal e incrementar la sensibilidad al daño epitelial intestinal, favoreciendo la inflamación sistémica de bajo grado», advierte Ortiz.

Lo que sí hay que comer

Frente a esta evidencia, los expertos apuestan por impulsar una dieta «rica en antioxidantes, específicamente de polifenoles derivados de frutos rojos, té verde o aceite de oliva entre otros, pues son capaces de evitar la oxidación celular, potenciando mecanismos intestinales antinflamatorias. Además, el consumo de pescados y alimentos ricos en omega 3 y omega 9, presente en el aceite de oliva, se ha descrito como protectora de la salud intestinal, mientras que las dietas ricas en frutas y verduras, por su aporte de fibra y vitaminas, previenen patologías intestinales como el cáncer de colon.