Oncología

Demuestran que la protonterapia es eficaz frente a tumores nasofaríngeos complejos

La radioterapia que usa haces de protones es la alternativa más avanzada y segura hoy en día

Vista del interior del Centro de Protonterapia Quirónsalud
Vista del interior del Centro de Protonterapia QuirónsaludLUIS DOMINGOLuis Domingo

La protonterapia se ha consolidado, en los últimos años, como una de las técnicas más prometedoras para intentar conseguir el mayor control local de algunos tipos de tumores complejos. Uno de los últimos ejemplos de ello es la aplicación de este procedimiento en carcinomas nasofaríngeos localmente avanzados como el que presentaba José, nombre ficticio de un paciente de 55 años que en enero de 2020 comenzó con sensación de aumento de mucosidad y alteraciones visuales y, tras varias pruebas diagnósticas, fue diagnosticado con este tumor. «Las guías internacionales consideran este estadiaje inoperable, por lo que se indica tratamiento con quimioterapia y radioterapia. Durante el tiempo diagnóstico, el paciente experimentó un rápido empeoramiento de la visión con pérdida completa por el ojo izquierdo y presenta, además, una caída casi total del párpado superior izquierdo y disminución de la sensibilidad del paladar», detalla la Dra. Amaia Ilundain, médico adjunto del Servicio de Oncología Radioterápica del Centro de Protonterapia Quirónsalud.

Frente a un caso tan complejo como este, la protonterapia se alza como una herramienta de lo más prometedora, ya que «es un tipo de radioterapia que usa haces de protones para irradiar el tejido afectado por un tumor. Su llegada a nuestro país ha supuesto un avance clave en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer complejos, ya que permite esculpir la dosis de radiación alrededor del tumor, minimizando el riesgo de dañar los tejidos sanos», explica Ilundain, quien destaca que «la radioterapia con protones representa actualmente una alternativa más avanzada, segura y efectiva en la lucha contra algunos tumores en comparación con la radioterapia clásica, bien por las elevadas dosis de irradiación necesarias (por ejemplo, tumores de la base de cráneo, tumores del sistema nervioso central), o para poder reducir la dosis en órganos sanos (por ejemplo, tumores infantiles)».

En el caso de José «se preparó un plan con fotones, pero los compañeros encontraron dificultades dosimétricas para conseguir evitar que el nervio óptico derecho y quiasma reciben dosis aceptables para mantener la visión de al menos un ojo, por lo que, de realizar el tratamiento, el paciente quedaría con pérdida de visión». Ante esta circunstancia, el paciente es valorado para realizar un tratamiento de protonterapia, ya que gracias a esta alternativa es posible conseguir no sobrepasar las dosis de tolerancia y poder preservar la visión, al menos derecha, del paciente.

En este paciente, según relata la doctora Ilundain, «al tratarse de un tumor de línea media, a pesar de que no haya evidencia macroscópica de enfermedad ganglionar, por protocolo, se deben tratar con una dosis más baja (profiláctica) las áreas ganglionares bilaterales. Por lo tanto, en la dosimetría con protones conseguimos reducir la dosis media de la cavidad oral, de la musculatura faríngea y retrofaríngea, así como de las glándulas salivares». Así arrancó el tratamiento con protonterapia y quimioterapia concomitante y los resultados no tardaron en llegar. «A la semana y media de comenzar el paciente refirió que puede elevar el párpado izquierdo y que comienza a recuperar algo de visión. En las pruebas de imagen que se realizan para comprobar que la administración del tratamiento es correcta, se apreció una notable disminución del tumor, por lo que se readaptó la zona a tratar y se replanificó sin superar las dosis de tolerancia en nervio óptico», explica Ilundain, quien destaca que «el paciente presentó una buena tolerancia, finalizando el mismo con práctica recuperación de la visión izquierda, mejoría de la sensibilidad palatina y con una reducción de más de la mitad del tumor. Gracias a ello mantuvo un buen estado nutricional pudiendo viajar a su ciudad de origen con su familia, lo que le ayudó a tener un buen estado psicológico».

Tecnología puntera

Parte del éxito del Centro de Protonterapia Quirónsalud reside en la tecnología puntera con la que cuenta, ya que ha incorporado Proteus One, un sistema optimizado para los tratamientos clínicos con la más amplia experiencia internacional. Se basa en un acelerador de la familia de los ciclotrones adoptado por el 70% de los centros que ofrecen esta terapia en el mundo. Además, el sincrociclotrón usado es un modelo eficiente en energía al utilizar la criogenia y figura entre los más compactos del mundo.