Estudio
La microbiota intestinal influye en la capacidad para perder peso
La población de microbios que viven en el intestino influye en la capacidad de perder peso, según una nueva investigación publicada en “mSystems”, una revista de la Sociedad Estadounidense de Microbiología.
“Su microbioma intestinal puede ayudar o causar resistencia a la pérdida de peso y esto abre la posibilidad de intentar alterar el microbioma intestinal para impactar la pérdida de peso”, dijo el autor principal del estudio, Christian Diener, científico investigador del Instituto de Biología de sistemas en Seattle (Washington).
Para realizar su investigación, revisada por pares, el Dr. Diener y sus colegas se centraron en una cohorte de personas que participaron en un estudio de intervención en el estilo de vida. En lugar de una dieta específica o un programa de ejercicios, se realizó un programa de entrenamiento conductual combinado con el consejo de un dietista y un enfermero. Los investigadores se centraron en 48 personas que perdieron más del 1% de su peso corporal por mes durante un período de seis a 12 meses y en 57 personas que, en cambio, no perdieron peso y tenían un índice de masa corporal (IMC) estable durante el mismo período. Los investigadores se basaron en la metagenómica, el estudio del material genético recuperado de muestras de sangre y heces. Para ello, analizaron metabolitos y proteínas sanguíneos, cuestionarios dietéticos y bacterias intestinales en los dos grupos.
Después de controlar la edad, el sexo y el IMC inicial, los investigadores identificaron 31 características funcionales metagenómicas de las heces iniciales que se asociaron con las respuestas de pérdida de peso. Estos incluían genes complejos de degradación de polisacáridos y proteínas, genes de respuesta al estrés, genes relacionados con la respiración, genes de síntesis de la pared celular y tasas de replicación bacteriana intestinal.
Un hallazgo importante fue que la capacidad del microbioma intestinal para descomponer los almidones aumentó en las personas que no perdieron peso. También descubrieron que los genes que ayudan a las bacterias a crecer más rápido, multiplicarse, replicarse y ensamblar las paredes celulares aumentaron en las personas que perdieron más peso.
“Antes de este estudio sabíamos que la composición de las bacterias en el intestino era diferente en las personas obesas que en las que no lo eran, pero ahora hemos visto que hay un conjunto diferente de genes que están codificados en las bacterias de nuestro intestino que también responde a las intervenciones de pérdida de peso“, afirma el Dr. Diener.
“El microbioma intestinal es un actor importante en la modulación de si una intervención de pérdida de peso tendrá éxito o no. Los factores que dictan la obesidad frente a la no obesidad no son los mismos factores que dictan si perderá peso con una intervención de estilo de vida“, añade.
La investigación ya ha demostrado que si cambia su dieta puede alterar la composición de bacterias en su intestino. Según el Dr. Diener, si alguien tiene una composición de genes bacterianos intestinales que le confiere resistencia a la pérdida de peso, entonces tal vez pueda modificar su dieta para cambiar a una composición que le ayude a perder peso.
En este sentido, un estudio reciente de la Universidad de Stanford concluyó que comer alimentos fermentados aumenta la diversidad del microbioma y reduce la inflamación. En cambio, las dietas ricas en fibra seguidas durante un breve período de tiempo no tienen tal impacto en la microbiota.
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