Dermatología
Los diagnósticos de melanoma aumentarán un 18% en el año 2025
En tres de cada cuatro casos aparece sin que haya habido un lunar previo
Es el cáncer de piel más peligroso y, según datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), en una década los casos globales de melanoma han aumentado casi un 50% alcanzando los 287.000 casos anuales en todo el mundo. Y la previsión es que para 2025, los diagnósticos aumentarán un 18% situándose en 340.271 y las muertes un 20% hasta los 70.886 fallecimientos anuales.
En España se detectan anualmente en torno a 6.000 nuevos casos de melanoma y su incidencia es mayor en mujeres que en varones. Alrededor de un 90% de ellos aparece en la piel pero, de ellos, en un 75-80% de los casos lo hace sin que haya habido un lunar previo.
Como explica el Dr. Alfonso Berrocal, presidente del Grupo Español Multidisciplinar de Melanoma, «de todos los diagnósticos anuales, unos mil son metastásicos, que son aquellos que amenazan la vida. El melanoma es una enfermedad que, si se detecta en fases avanzadas, su pronóstico es más grave, mientras que este tipo de cáncer de piel es potencialmente curable cuando se trata en sus estadios iniciales».
Si el diagnóstico es precoz, el tumor se extirpa con cirugía. Es en las fases más graves, cuando ha hecho metástasis en otros órganos, donde más ha avanzado la Oncología. La inmunoterapia marca un punto de inflexión no solo en el abordaje del melanoma, sino del cáncer en general. Se trata de un cambio radical del concepto de tratamiento porque los fármacos que se usan no están dirigidos a la enfermedad tumoral, sino a estimular el sistema inmunológico para que sea el propio paciente el que luche contra el tumor.
Mejorar la protección
Además, el doctor Berrocal sugiere que «el problema del aumento de los casos radica en la falta de prevención y de conocimiento, tanto de los síntomas, como de los factores de riesgo. Un ejemplo, añade, es que la radiación ultravioleta (UV) del sol tiene un efecto acumulativo: «Va produciendo mutaciones y esto hace que una exposición puntual o una serie de exposiciones puntuales tengan mucho menor importancia que la historia de exposición del paciente». «Si vemos cualquier señal extraña o alterada en nuestra piel, debemos acudir al dermatólogo sin dudarlo», incide el doctor.
Entre los principales factores que pueden aumentar las posibilidades de padecer melanoma se encuentran: los antecedentes genéticos, los lunares atípicos y la exposición a los rayos UV. En este último caso, los especialistas afirman que la prevención, es fundamental. Sin embargo, solo un 18% de las personas encuestadas por AEDV reconoce proteger su piel del sol y, aunque un 87% de ellas siempre protegen a sus hijos, un 75% afirma que el melanoma está relacionado con el número de quemaduras durante la infancia y adolescencia.
Asimismo, es un cáncer altamente invasivo por su capacidad de generar metástasis, por lo que es imprescindible conocer la regla ABCDE (asimetría, borde, color, diámetro, evolución), un método que puede ayudar a identificar las señales más comunes del melanoma. No obstante, en palabras del Dr. Berrocal, la Covid-19 ha impactado indudablemente debido al retraso en los diagnósticos al no tener los pacientes accesibilidad para consultar por sus lesiones pigmentadas.
Daño acumulativo
Susana Puig, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona, comenta que el melanoma es una enfermedad que parece ir en aumento y que los más jóvenes deben comenzar a ser conscientes la importancia de cuidar su piel: «Sabemos que la exposición solar recibida y las quemaduras solares durante la infancia y la adolescencia son las que más marcan el riesgo de padecer melanoma a lo largo de toda la vida. Además, ahora con las redes sociales, vuelven a estar muy de moda las pieles muy bronceadas, y esto acarreará consecuencias seguro. De hecho, en países nórdicos y en Estados Unidos han tenido una epidemia de casos de melanoma en mujeres jóvenes asociado al uso de las cabinas de bronceado».
Además, añade, «el daño que causa el sol es acumulativo, y por lo tanto, cuanto antes empecemos a tomarlo, más probabilidades tendremos de tener un daño acumulado. Por eso es importante empezar a protegernos y a tener cuidado con la exposición al sol de la forma más precoz posible. Hay algunos estudios que han visto que esta protección se hace bastante bien en la infancia porque los padres están detrás de los niños. Pero estos hábitos se suelen perder en la adolescencia, cuando las conductas de exposición al sol se vuelven peligrosas».
Las campañas de concienciación cobran especial relevancia cuando hablamos de la juventud y es que, según Marta Fuentes, de Melanoma España, «estamos acostumbrados a ver este tipo de acciones dirigidas a un público más maduro que se preocupa más por estos temas. Pero los adolescentes son los adultos del mañana y, si queremos que la incidencia baje, debemos comenzar por poner nuestro foco en ellos. Sus acciones hoy repercutirán en que, en un futuro próximo, el melanoma no sea lo que conocemos».
✕
Accede a tu cuenta para comentar