Prevención
Los residuos de fármacos peligrosos pueden causar cáncer y afectar a la fertilidad, alertan las enfermeras
El Consejo General de Enfermería ha elaborado una guía con recomendaciones para reducir la exposición a medicamentos peligrosos en los centros hospitalarios y en casa
Manipular cada día fármacos considerados peligrosos supone un importante factor de riesgo para la salud de los sanitarios, especialmente de las enfermeras. Pese a los avances legislativos en riesgos laborales, todavía quedan algunas lagunas como son las superficies donde se preparan estos medicamentos. De hecho, no hay legislación suficiente al respecto ni en España ni en Europa. Y eso a pesar de que en Europa hay más de 12,7 millones de profesionales de la salud expuestos a medicamentos peligrosos de los que 7,3 millones son enfermeros. En España, aproximadamente “el 80% de enfermeras -de las 300.000 que hay trabajando- ha estado en contacto directo con estas sustancias”, explica José Luis Cobos, vicepresidente del Consejo General de Enfermería (CGE).
Con el fin de reducir los potenciales riesgos para la salud, el CGE ha elaborado una guía -”Guía para la monitorización de superficies con medicamentos peligrosos”, a través de su Instituto Español de Investigación Enfermera, en el que se detalla la mejor forma de actuar con los medicamentos peligrosos en las unidades de enfermería y otras zonas donde se preparan, administran o gestionan estos medicamentos.
El documento, en el que han participado 13 expertos, concluye que no es posible monitorizar todos los medicamentos peligrosos empleados en los centros, por lo que se deben establecer fármacos diana. Es decir, aquellos más utilizados dentro de los más peligrosos a los que se debería hacer un seguimiento. En todo caso, la guía incluye una lista de fármacos que habría que monitorizar como el cliclofosfamida, el metotrexato, la doxorrubicina o el 5-fluorouracilo, unos medicamentos “de uso frecuente que se emplean en quimioterapia pero que también son inmunosupresores”, explica Tamara Domingo, miembro del Instituto Español de Investigación Enfermera y una de las coordinadoras de la guía.
Además, los expertos señalan la importancia de monitorizar también ganciclovir, tracolimus, micofenolato, epirrubicina, paclitaxel, azacitidina...
Por ello la guía propone vigilar “las salas de enfermería, las de medicamentos, donde se almacenan, los mostradores y carros de medicación, los teclados y ratones de los ordenadores, los suelos de las áreas de cuidado del paciente y de los baños, pero también las sillas, las mesitas y las camas de los pacientes que es donde hemos encontrado que el riesgo de residuos es más alto”, según los autores de la guía.
Basta con tomar muestras al finalizar la jornada laboral, antes de llevar a cabo los protocolos de limpieza y después de los mismos “mediante un analizador de medicación en superficie que permite tomar la muestra y tener los resultados in situ y poder implementar medidas en el mismo momento”, explica Guadalupe Fontán, miembro del Instituto Español de Investigación Enfermera y una de las autoras de la guía.
No obstante, en el estudio no se ha analizado cuánto residuo hay realmente de estas sustancias potencialmente cancerígenas, sino que la guía recomienda dónde medir. “La guía se va a enviar a los centros hospitalarios y después de podría hacer un estudio de medición”, precisa Cobos a este suplemento.
Pero, ¿qué riesgos asumen enfermeras y pacientes por manipular estos fármacos potencialmente cancerígenos, mutágenos y reprotóxicos (que pueden afectar a la fertilidad humana)?
Para la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo (EU-OSHA), la medicación peligrosa representa el factor de riesgo químico más importante en Sanidad. Según la Organización Internacional del Trabajo, en 2012 se produjeron más de 106.500 muertes por cáncer atribuidas a la exposición a sustancias cancerígenas en el entorno laboral, convirtiendo el cáncer ocupacional en la primera causa de muerte entre los trabajadores europeos. “En España no tenemos información al respecto. Por eso uno de los siguientes objetivos que tenemos es analizar este tipo de datos importantes”, avanza Cobos. Y no sólo. “El Instituto de Seguridad en el Trabajo tiene la potestad para crear normas técnicas de prevención. Desde el CGE vamos a enviarles esta guía y vamos a solicitar que se haga una norma técnica de prevención de sustancias peligrosas en superficies.
Prevención en el hogar
Ahora bien, los llamados medicamentos peligrosos representan un importante factor de riesgo para la salud de los sanitarios, pero también para los pacientes y sus familiares. Por esto esta guía incluye una serie de recomendaciones que ha de darse a los pacientes para sus tratamientos en casa, que consisten básicamente en manipular los fármacos con guantes, mascarilla y limpiar la superficie con lejía diluida en agua.
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