Salud

Así funciona la Medicina Nuclear frente a las patologías endocrinas

►La gammagrafía se presenta como una prueba clave en el diagnóstico precoz y efectivo del hiperparatiroidismo

Detalle de un paciente durante una prueba de gammagrafía
Detalle de un paciente durante una prueba de gammagrafíaLa RazónLa Razon

El desequilibrio de algunas hormonas puede dar lugar a problemas de salud muy graves. Es el caso del hiperparatiroidismo, una enfermedad endocrina provocada por el aumento de la producción de una hormona que se segrega en las glándulas paratiroides (PTH). «Se estima que sufren esta enfermedad entre una y 21 de cada mil personas, con una incidencia de 10-15 casos por cada 100.000 al año en nuestro país», asegura el doctor Rafael Palomares, jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Quirónsalud Córdoba.

La consecuencia más directa del mal funcionamiento de esta hormona es la elevación del calcio sérico, «lo que puede evolucionar hacia la afectación de riñones y huesos, así como debilidad muscular, fatiga, depresión, anorexia y náuseas, entre otros síntomas, siendo más frecuente en mujeres», advierte el doctor Palomares, quien hace hincapié en que «la detección precoz por parte del especialista en Endocrinología resulta fundamental para prescribir el tratamiento y evitar así una afectación ósea y renal graves».

El diagnóstico se establece por criterios bioquímicos al apreciarse un aumento de la hormona paratiroidea y el calcio en un análisis de sangre. Hasta en un 15% de los casos de hiperparatiroidismo primario la causa de la enfermedad es una tumoración benigna de alguna de las glándulas paratiroides, conocidas como adenoma. «La extirpación quirúrgica de estos es el tratamiento definitivo que se realiza. Por ello, la clave está en hacer un buen diagnóstico, algo que está aumentando debido a un mayor acceso a las determinaciones analíticas por parte de médicos de familia, ginecólogos, reumatólogos, etc., de las cifras de la hormona PTH, calcio y vitamina D», explica el doctor Palomares.

Es aquí donde entra en juego la Medicina Nuclear, «una herramienta esencial para la detección y localización de las glándulas patológicas, antes y durante la intervención quirúrgica, ya que permite al cirujano realizar una cirugía mínimamente invasiva, acortando el tiempo quirúrgico y disminuyendo las complicaciones», asegura la doctora Ana Benítez, especialista del servicio de Medicina Nuclear del Hospital Quirónsalud Córdoba.

La gammagrafía tiene alta utilidad en el diagnóstico del hiperparatiroidismo primario, es decir, aquel en el que la enfermedad se produce como consecuencia de un funcionamiento anómalo de las glándulas paratiroides. «En estos casos se trata de latécnica de elección tanto para diagnosticar la presencia de estas glándulas hiperfuncionantes como para determinar su localización, por lo que tiene una doble vertiente. Es decir, por un lado es capaz de determinar la causa del problema, que puede obedecer a un tumor benigno de una glándula (adenoma) o a un crecimiento excesivo de las mismas (hiperplasia), y, por otro, permite localizar con precisión estas glándulas, lo que supone una gran ventaja de cara al tratamiento quirúrgico de las mismas. Esto es particularmente importante cuando el adenoma se sitúa fuera de la localización anatómica de las glándulas, lo que se conoce como adenoma ectópico», detalla la especialista.

La técnica más empleada para conseguir estos objetivos es la de doble fase. Para ello al paciente se le inyecta una sustancia radiactiva en dosis muy baja que se fija en las glándulas patológicas. Tras la administración, se adquieren imágenes de la región cervical y torácica a los 20 minutos y a las dos o tres horas. «En la actualidad, se considera imprescindible completar el estudio mediante la adquisición tomográfica con equipos híbridos de fusión, lo que se conoce como SPECT-TC», aconseja la doctora Benítez. En este sentido, el Hospital Quirónsalud Córdoba dispone de un equipo híbrido de imagen diagnóstica de última generación que aúna el diagnóstico funcional de la imagen gammagráfica con el anatómico del TAC.

En cuanto al tratamiento quirúrgico, existen diversos tipos de abordaje, que van desde la exploración bilateral del cuello con cirugía abierta (cervicotomía) hasta la actual cirugía mínimamente invasiva, la radioguiada con sonda de detección intraoperatoria.