Pandemia
La mitad de las personas hospitalizadas por covid tiene al menos una secuela dos años después
Aunque la salud física y mental mejoró con el tiempo, se necesitan más de dos años para recuperarse completamente de la covid
Dos años después de contagiarse por covid, la mitad de los pacientes que ingresó en el hospital todavía tienen al menos una secuela, según el estudio de seguimiento más largo realizado hasta la fecha y publicado hoy en “The Lancet Respiratory Medicine”.
La investigación siguió a 1.192 participantes en China que ingresaron con covid en el Hospital Jin Yin-tan, en Wuhan, entre el 7 de enero y el 29 de mayo de 2020.
Si bien la salud física y mental mejoró con el paso del tiempo, el estudio sugiere que los pacientes con covid aún tienden a tener una salud y una calidad de vida peores que la población general; sobre todo en el caso de participantes con covid prolongado, ya que generalmente todavía tienen al menos una secuela como fatiga, dificultad para respirar o para dormir dos años después de enfermarse inicialmente.
Los impactos a largo plazo en la salud de la covid siguen siendo en gran parte desconocidos, ya que los estudios de seguimiento realizados hasta la fecha habían abarcado alrededor de un año.
“Nuestros hallazgos indican que para una cierta proporción de supervivientes de covid-19 hospitalizados, aunque pueden haber eliminado la infección inicial, se necesitan más de dos años para recuperarse completamente de covid”, afirma el autor principal del estudio, el profesor Bin Cao, del Hospital de la Amistad China-Japón.
“El seguimiento continuo de los supervivientes de Covid-19, particularmente aquellos con síntomas de long-covid, es esencial para comprender el curso más prolongado de la enfermedad, al igual que la exploración adicional de los beneficios de los programas de rehabilitación para la recuperación. Existe una clara necesidad de brindar apoyo continuo a una proporción significativa de personas que han tenido covid y comprender cómo las vacunas, los tratamientos emergentes y las variantes afectan los resultados de salud a largo plazo”, añade.
En el estudio, los investigadores evaluaron la salud de 1.192 participantes con covid a los que les hicieron evaluaciones que incluían una prueba de caminata de seis minutos, pruebas de laboratorio y cuestionarios sobre síntomas, salud mental, calidad de vida relacionada con la salud, si habían regresado al trabajo y uso de la atención médica tras recibir el alta hospitalaria.
Los efectos negativos de la long-covid en la calidad de vida, la capacidad de hacer ejercicio, la salud mental y el uso de la atención médica se determinaron comparando participantes con y sin síntomas de long-covid.
La mediana de edad de los participantes en el momento de recibir el alta fue de 57 años y el 54% eran hombres. Seis meses después de enfermar, el 68% de los participantes informaron de al menos una secuela. Dos años después, el 55%.
La fatiga o la debilidad muscular fueron los síntomas más frecuentes que pasaron del 52% a los seis meses al 30% a los dos años. Independientemente de la gravedad de la enfermedad inicial, el 89% de los participantes había vuelto a su trabajo original transcurridos dos años.
Otros datos que arroja el estudio es que a los dos años de enfermar, los pacientes tienen peor salud que la población general, con un 31% reportando fatiga o debilidad muscular y un 31% reportando dificultades para dormir. La proporción de participantes sin covid que informó de estos síntomas fue del 5%y del 14 %, respectivamente.
Los pacientes con covid también tenían más probabilidades de informar de otros síntomas, como dolor en las articulaciones, palpitaciones, mareos y dolores de cabeza. En los cuestionarios de calidad de vida, los pacientes con covid también informaron de dolor o malestar con más frecuencia (23%) y ansiedad o depresión (12%) que los participantes sin covid (5% y 5%, respectivamente).
Alrededor de la mitad de los participantes del estudio (650/1190) tenían síntomas de long-covid a los dos años e informaron una calidad de vida más baja que aquellos sin long-covid.
En los cuestionarios de salud mental, el 35% informó dolor o malestar y el 19%, de ansiedad o depresión. La proporción de pacientes con o sin long-covid que informó de estos síntomas fue del 10% y del 4% a los dos años, respectivamente.
Los participantes con long-covid también informaron con mayor frecuencia de problemas con su movilidad (5%) o niveles de actividad reducidos (4%) que aquellos sin long-covid (1% y 2 %, respectivamente).Las evaluaciones de salud mental de los participantes con long-covid encontraron que el 13% mostraba síntomas de ansiedad y el 11% tenía síntomas de depresión, mientras que para los participantes sin long-covid las proporciones eran del 3 % (15/536) y 1% (5/540), respectivamente.
A su vez, los participantes con long-covid usaron con más frecuencia los servicios de atención médica después de recibir el alta, con un 26 % que informó una visita a la clínica ambulatoria en comparación con el 11 % de los participantes sin covid prolongado.
Además, con un 17%, la hospitalización entre los participantes con covid prolongado fue superior al 10% informado por los participantes sin esta enfermedad.
Los autores reconocen las limitaciones de su estudio. Sin un grupo de control es difícil determinar si las anomalías observadas son específicas de Covid-19.
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