Religión

Números rojos en la Iglesia por salir al rescate de la covid

34 de las 70 diócesis entran en déficit al rescatar a más de 4 millones de personas con sus proyectos sociales

Colas del hambre junto a la parroquia de San Amaro para recibir alimentos de la Fundación Madrina
Colas del hambre junto a la parroquia de San Amaro para recibir alimentos de la Fundación MadrinaCristina BejaranoLa Razón

De las 70 diócesis españolas, 34 cerraron con números rojos el ejercicio 2020, el año de explosión de la pandemia como la emergencia sanitaria y la crisis económica, que se tradujo en un total de 7,6 millones de déficit. Así lo recoge la Memoria de Actividades de la Iglesia, que se presentó ayer en Madrid. Tal y como explicó la directora de la Oficina de Transparencia de la Conferencia Episcopal Española, Ester Martín, este endeudamiento vendría causado por el cierre de los templos, a la par que se disparó la labor social.

En total, la Iglesia atendió en sus 9.222 centros sociales a 4 millones de personas. De ellas, 2,8 millones acudieron 8.426 espacios puramente asistenciales para mitigar la pobreza, mientras que 1,2 millones son beneficiarios de los 976 centros socio-sanitarios para ancianos, enfermos crónicos, personas con discapacidad... Con respecto a la era prepandémica, se sumaron 246.000 usuarios más.

«Durante tres meses estuvimos confinados, con la actividad celebrativa reducida», expuso Martín, que detalló que la aportación a través del cepillo disminuyó un 7%, al pasar de los 335,15 millones de 2019 a 310,8 millones, mientras que los ingresos de patrimonio, vinculados, por ejemplo al turismo de las catedrales, bajaron de 120,98 millones en 2019 a 92,77 millones.

«La Iglesia no puede dejar de ser lo que es y de hacer lo que hace, a pesar de que no tenga recursos para ello. 2020 fue un año para gastar en la emergencia social y sanitaria a pie de parroquia», justificó sobre la inversión hecha por diócesis, congregaciones religiosas y plataformas como Cáritas y Manos Unidas. Hasta 680 proyectos nuevos se pusieron en marcha para contrarrestar los efectos del virus. De estos proyectos anti covid, 359 se centraron en el campo asistencial, 175 se focalizaron en el ámbito pastoral y de acompañamiento y 57 abordaron formación educativa, mientras que 89 fueron específicos del ámbito sanitario, que incluyeron desde la cesión de espacios con fines médicos, la compra de material sanitario y la asistencia 24 horas de capellanes hospitalarios.

«Cuando no hemos salido de la pandemia, estamos en una nueva crisis económica que no sabemos dónde nos va a llevar y la inflación nos toca a todos», añadió el secretario general de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, convencido de que la Iglesia, «desde la propia fragilidad, está llamada a compartir lo que tiene con los necesitados».

Lo cierto es que solo en actividad asistencial, la Iglesia devuelve a la sociedad el doble de lo que recibe, tal y como suscribe la auditoría de PwC que refrenda esta memoria.