Día Mundial
Cada vez más cerca de curar el mieloma múltiple
Pese a que oficialmente aún se considera incurable, un elenco de más de 20 moléculas aprobadas está consiguiendo una cronificación de facto
Hoy, 5 de septiembre, se conmemora el Día Mundial del Mieloma Múltiple, un cáncer de la sangre que afecta a cuatro de cada 100.000 habitantes/año y cuyo abordaje ha sufrido una revolución en la última década. Aunque oficialmente se sigue considerando una enfermedad incurable, el arsenal actual de tratamiento, un elenco de más de 20 moléculas aprobadas, está consiguiendo una cronificación de facto de la patología en un porcentaje de pacientes que ya es relevante.
Inmunoterapias y terapias dirigidas, fundamentalmente la terapia con anticuerpos monoclonales (que funcionan como misiles teledirigidos contra elementos de la superficie de las células tumorales) y la terapia CART (que dirige a células del sistema inmunitario contra los tumores) son algunos ejemplos. A todo ello se viene a sumar un ensayo internacional con un tratamiento de inyección subcutánea basado en anticuerpos que une el tumor a las células del sistema inmunitario que lo van a destruir con una elevadísima tasa de respuesta y en el que en el que participa el Hospital 12 de Octubre de Madrid.
Publicado en la revista «New England Journal of Medicine», en él pacientes con mieloma avanzado, han recibido un anticuerpo creado por ingeniería genética, denominado teclistamab, que une a una molécula del mieloma con los linfocitos T –las células del sistema inmunitario encargados de eliminar células anormales– para que lo destruya.
«Estos tratamientos, que consisten en una proteína (derivada de un anticuerpo), se denominan anticuerpos monoclonales biespecíficos. Por uno de sus lados reconocen las células cancerígenas y por el otro las unen a células del sistema inmunitario para que las destruyan. En este caso los tratamientos empleados (teclistamab y talquetamab) son anticuerpos que se unen a una proteína habitual en las células de mieloma y por el otro lado a los linfocitos T del paciente. Su administración subcutánea ha demostrado, en personas con muchas líneas previas de tratamiento, una respuesta de entre el 65-70%, con una alto índice de respuestas completas. Esta eficacia duplica el porcentaje de respuestas completas de los anticuerpos monoclonales convencionales usados en combinación hasta la fecha. Estos resultados, vistos en la Unidad de Tumores Hematológicos financiada por CRIS contra el cáncer, han supuesto una gran esperanza», explica Ana Jiménez Ubieto, investigadora en la Unidad CRIS del 12 de Octubre.
Terapia “lista para usar”
A nivel mundial, han participado 14 centros y tres en España, con 165 pacientes, ocho aquí y con muy buenos resultados. «Hemos logrado pasar de una enfermedad que era mortal a poder cronificarla y hay personas que se están curando», asegura Joaquín Martínez, jefe del Servicio de Hemato Oncología del hospital madrileño.
Además, cerca de un 30% tuvo una respuesta completa, unos números parecidos a los de otra terapia que está cambiando el panorama del tratamiento de los tumores de la sangre, la CART. La ventajas que presenta frente a esta es que no requiere gran infraestructura para fabricarla, y su administración es sencilla. «A diferencia de esta, con los anticuerpos el tiempo de procesamiento y fabricación no son necesarios y los pacientes pueden beneficiarse inmediatamente de estas terapias. Los anticuerpos biespecíficos, por tanto, constituyen una terapia “lista para usar” y universal para todos los pacientes. Sin embargo, debido a la complejidad de su producción y la necesidad de partir de células del propio paciente, las células CART solo pueden administrase por centros de atención muy especializada. Esta complejidad, los costes en recursos y tiempo para su completa individualización, hace que no todos los pacientes tengan acceso. Por otro lado, la administración subcutánea mejora la adherencia y calidad de vida de los pacientes. Además, los anticuerpos biespecíficos tienen un perfil de toxicidad más favorable en términos de respuestas adversas. Sin embargo, el seguimiento aún es corto y habrá que esperar para dar resultados certeros», cuenta Antonio Valeri, investigador de la Unidad CRIS del 12 de Octubre.
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