Día Mundial del Cáncer de Mama Metastásico
«Es frustrante ver cómo lideramos la investigación y no el acceso a las nuevas terapias»
José Ángel García Sáenz, responsable de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Clínico de Madrid
Se ha avanzado mucho en cáncer de mama en la última década. ¿Qué cree que viviremos en la próxima?
El reto pasa por tener un conocimiento profundo de la biología de la enfermedad, de las rutas que llevan a que una célula adquiera propiedades malignas. Son procesos biológicos que cada vez conocemos más, identificados por marcadores biológicos que diferencian las células sanas de las normales, y estos vienen expresados en ocasiones como antígenos epiteliales en la membrana de la célula que les hace ser buenas candidatas para diseñar líneas terapéuticas que vayan directamente a ese mecanismo de transcripción de la señal que tiene ese receptor de membrana. Para poder dirigirnos con una medicina de precisión, la novedad es formar fármacos: un anticuerpo reconoce un antígeno y si ese anticuerpo lo conjugamos con un fármaco como si fuera un caballo de Troya, –es decir, meterle citotóxico a dosis mínimas en el propio anticuerpo, conjugarlo– el propio anticuerpo es capaz de identificar este antígeno epitelial maligno y de introducir los citotóxicos en la célula tumoral.
¿Cómo han evolucionado su diagnóstico y abordaje?
Gracias a las campañas de «screening» y a concienciar a la población ya diagnosticamos la enfermedad en etapas más precoces en las que son más fáciles de revertirla con terapias menos agresivas. Eso es gracias al avance diagnóstico. También hemos implementado herramientas moleculares para conocer más sobre la célula. Por ejemplo, hemos implementado firmas genómicas en algún tipo de tumor, que nos dan dos tipos de información: pronóstica y predictiva. La pronóstica nos da la posibilidad de que haya un mayor riesgo de recurrencia o no, con lo cual es pronóstica, pero también es predictiva, de la posibilidad de que responda o no a determinados tratamientos. En este sentido, hemos podido identificar subgrupos de pacientes que para curarse no hace falta que reciban quimioterapia adyuvante. Hace 12 años casi todas aquellas con tumores en estadios 1 y 2 la recibían. Ahora, gracias a estas medicinas moleculares podemos individualizar más y evitamos el tratamiento innecesario.
Hoy, 13 de octubre, es el Día Mundial del Cáncer de Mama Metastásico. Entre los subtipos más agresivos está el triple negativo. ¿A qué se enfrentan las mujeres que reciben este diagnóstico?
Verdaderamente no es una identidad propia, sino que es un cúmulo de entidades biológicas diferentes: es como un cajón de sastre de muchas entidades genéticamente diferentes, pero que tienen el apellido que son negativas para estrógenos, progestágenos y HER2. Y el pronóstico es mucho más desfavorable que los otros: hay mayor inestabilidad genómica, agresividad biológica y peor pronóstico. La curva de supervivencia en el triple negativo es una asignatura pendiente respecto a otros grupos en los que ha habido avances notables.
¿Qué opciones de tratamiento existen en el cáncer de mama triple negativo con metástasis?
Ha habido un punto de inflexión en los últimos tres años. La investigación clínica nos ha permitido intentar incorporar la inmunoterapia. Luego, hemos sido capaces de diseñar un anticuerpo inmunoconjugado, conjugando un anticuerpo con una droga, que se llama sacituzumab govitecán, que es capaz de identificar TROP2, que está sobre expresado en el 90% de las células triple negativas, con lo cual volvemos a la medicina de precisión: identificamos el truco de las células malignas y el anticuerpo, que es el sacituzumab, reconoce el antígeno epitelial que es TROP2 y favorece que entre en la célula tumoral un citotóxico para eliminarla. Gracias a estos nuevos tratamientos hemos conseguido que aumente la supervivencia libre de progresión, es decir, el control de su enfermedad, y un incremento significativo de su supervivencia global.
¿Hasta qué punto es importante agilizar el acceso a las innovaciones para estas pacientes?
Esta es una pregunta más política que científica, pero es cierto que, así como España lidera la investigación clínica de estas moléculas, es un poco frustrante ver que hay un retraso a veces de hasta 400 días en la incorporación de este conocimiento que cambia de la historia natural de la enfermedad y al que no tienen acceso a nuestras pacientes. Desde Geicam o SEOM, hacemos un llamamiento a las autoridades sanitarias para agilizar y favorecer que las pacientes de nuestro entorno puedan recibir todos estos avances. Es frustrante el ver cómo se autorizan en la Agencia Europea del Medicamento, se incorporan a las guías nacionales e internacionales con el máximo nivel de evidencia científica y no poder emplearlos.
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