Entrevista

«Las hornomas tiroideas tienen efectos cardiovasculares conocidos»

Entrevista a María del Mar Pérez, de la Unidad Integral de Cardiología del Hospital La Luz

María del Mar Pérez
María del Mar PérezLUIS DOMINGOLuis Domingo

¿En qué medida es cierto que las hormonas tiroideas producidas por la glándula tiroides, además de influir en la velocidad con la que se queman calorías, también controlan cuán rápido late el corazón?

Las hormonas tiroideas tienen efectos cardiovasculares conocidos y entre ellos, efectivamente, se encuentra la influencia sobre la frecuencia cardiaca, así como sobre la potencia con la que late el corazón (llamado efecto inotrópico) y la tensión arterial.

¿De entre esas hormonas la tiroxina es la que ayuda a regular el organismo? ¿Cómo lo hace?

La hormona tiroxina o T4 es secretada por las células foliculares del tiroides y transportada a los tejidos del organismo para su conversión en triyodotironina o T3. Estas hormonas tienen efectos sobre multitud de procesos reguladores como son el metabolismo basal y la termogénesis, el metabolismos y regulación de los niveles de colesterol, a nivel respiratorio estimulan la utilización del oxígeno y su aporte, influyen en la acción del sistema nervioso autónomo y en la liberación de otras hormonas llamadas catecolaminas (que a su vez modifican el metabolismo, la producción de calor, la frecuencia cardiaca, la actividad motora y el sistema nervioso central). También tiene un efecto significativo sobre el desarrollo neurológico normal, el crecimiento y la formación el mantenimiento de los huesos, entre otros.

¿Qué dolencias puede producir un desajuste de la glándula tiroides?

Una elevación (llamada hipertiroidismo) o disminución (llamada hipotiroidismo) significativa del nivel de hormonas tiroideas en sangre puede producir desequilibrio en todos los procesos previamente mencionados. Los síntomas más conocidos del hipertiroidismo pueden ser: sudoración, aumento de la frecuencia cardiaca, cansancio y pérdida de peso. A su vez, los síntomas más conocidos del hipotiroidismo son: agotamiento, dificultad para mantener la concentración, frío y, en ocasiones, aumento de peso.

¿Esa alteración también puede aumentar el riesgo cardiovascular?

Es bien conocido que los trastornos de la glándula tiroides son un factor de riesgo importante para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, alteración de los niveles de colesterol, el desarrollo de arritmias cardiacas e insuficiencia cardiaca, entre otros.

¿Es cierto que estudios recientes asocian tanto el hipotiroidismo como el hipertiroidismo con un mayor riesgo de arritmias e incluso con la muerte cardiovascular?

La relación directa entre el aumento del riesgo cardiovascular, la muerte por causa cardiovascular y las arritmias cardiacas es bien conocida desde tiempo atrás. Estudios recientes concluyen que incluso, pequeñas alteraciones de las hormonas tiroideas como el hipotiroidismo subclínico (disminución de la cantidad de hormonas tiroideas en sangre sin que la persona tenga síntomas) pueden aumentar también este riesgo.

¿Cuáles son las alteraciones cardiacas más frecuentes en personas con problemas de tiroides?

En personas con hipotiroidismo las alteraciones cardiacas más frecuentes pueden ser: aumento del colesterol, hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca, entre otros. El hipertiroidismo se relaciona estrechamente con el riesgo de desarrollar un tipo concreto de arritmia cardiaca conocida como fibrilación auricular.

¿Existe algún tipo de prevención para evitar las alteraciones tiroideas y su incidencia en el sistema cardiovascular?

Para el normal funcionamiento del tiroides se recomienda de forma general el consumo de sal yodada, porque el yodo es un componente fundamental de las hormonas tiroideas. En el caso de personas que no puedan consumir sal por algún motivo médico se recomienda seguir una dieta variada y equilibrada y no abusar de los suplementos alimenticios ricos en yodo (pues el exceso de su ingesta también puede producir alteraciones). Es recomendable la evaluación de la función de tiroidea de forma rutinaria en las revisiones médicas habituales para detectar alteraciones precoces. Para un diagnóstico adecuado es necesario una evaluación médica exhaustiva, así como la medición de la función tiroidea mediante análisis de sangre y pruebas de imagen de la glándula tiroides en caso de que el especialista lo considere necesario.

¿Y en qué consiste su tratamiento?

El tratamiento dependerá del tipo de alteración y de su gravedad. En el caso del hipotiroidismo será necesario aportar de forma externa la hormona tiroidea con fármacos. En el caso del hipertiroidismo el tratamiento puede ser más complejo y dependerá fundamentalmente de la causa original del trastorno hormonal.