En 10 preguntas

«Se puede vivir con cefalea sin llegar a sufrir por ella»

Lucía Vidorreta, coordinadora de la Unidad de Cefaleas del Hospital Quirónsalud San José, de Madrid

"La consulta específica permite una aproximación más exhaustiva y precisa de cada caso"
"La consulta específica permite una aproximación más exhaustiva y precisa de cada caso"David JarLa Razon

1. Muchas veces se usa cefalea, migraña y jaqueca como sinónimos. ¿Es correcto?

La cefalea engloba el conjunto de dolores de cabeza. Una adecuada caracterización es lo que nos va a permitir clasificar cada tipo y realizar un diagnóstico del cuadro. La cefalea tensional es la más frecuente y suele presentarse como una opresión alrededor de la cabeza. En segundo lugar estaría la migraña, también llamada «jaqueca» de forma coloquial. Se trata de una cefalea primaria. Las crisis de migraña suelen estar bien definidas y se caracterizan por episodios de dolor moderado intenso, normalmente de un solo lado de la cabeza y frecuentemente de tipo pulsátil.

2. ¿Cuál es su incidencia?

Se calcula que la prevalencia mundial de la cefalea (al menos una vez en el último año) en adultos es de cerca del 50%. Entre la mitad y las tres cuartas partes de las personas de 18 a 65 años han sufrido un episodio de cefalea en el último año, y el 30% o más de este grupo migraña. La cefalea que se presenta 15 días o más cada mes (cefalea crónica) afecta de un 1,7% a un 4% de la población adulta del mundo. A pesar de las variaciones regionales, las cefaleas son un problema mundial que sufren personas de todas las edades, razas, nivel de ingresos y zonas geográficas. Entre las primarias, la cefalea tensional puede suponer hasta un 80% de los casos en España. En segundo lugar está la migraña, con una prevalencia de más de 3,5 millones de forma episódica, mientras que un millón españoles la sufre de forma crónica.

3. ¿Cuándo hay que acudir a un médico para tratar la cefalea?

Es una enfermedad crónica, pero ello no implica que sea incapacitante. Se puede vivir con cefalea sin llegar a sufrir por ella. Lo ideal, ante una predisposición subyacente, es consultar cuanto antes con un especialista. Un primer abordaje, con estudio y caracterización completos, permitirá identificar y categorizar adecuadamente cada tipo de cefalea, con el fin de poder brindar a cada caso el mejor tratamiento y seguimiento disponibles. El objetivo principal debe ser evitar su cronificación o la interferencia en el día a día, que puede llegar a suponer una importante limitación. El paciente también debe ser partícipe del proceso diagnóstico con el fin de «conocer su propia cefalea». De este modo, ante episodios de cefalea que sean «diferentes a los que suela presentar normalmente», deberá consultar con el especialista. Las diferencias pueden deberse a un aumento en la intensidad de los síntomas, en la frecuencia de las crisis, o en la ausencia de respuesta a la medicación pautada. Además, los datos de alarma deberían ser indicación de consulta inmediata en Neurología. Entre ellos destacan: los síntomas neurológicos asociados con el dolor (alteraciones de la vista, del habla, o sensitivas), mareo, empeoramiento del dolor a pesar de analgesia habitual, persistencia en el tiempo.

4. ¿Cuál es el profesional que trata este problema?

Deberían ser atendidos por un especialista en Neurología a fin de orientar del mejor modo tanto el diagnóstico como el tratamiento y seguimiento oportunos.

5. Recientemente han puesto en marcha una unidad específica de cefaleas. ¿Cómo surgió la idea?

Con el objetivo de ofrecer una mayor visibilidad del problema común de las cefaleas, así como para facilitar el acceso a la atención médica. Presentar una cefalea crónica puede predisponer a la aparición de otras comorbilidades y enfermedades tales como la depresión y la ansiedad. De igual modo, la ausencia de un correcto diagnóstico y seguimiento pueden conllevar al mal uso y en ocasiones, uso excesivo, de medicación analgésica, lo que conlleva efectos secundarios tales como la cefalea de rebote o por abuso de analgésicos.

6. ¿Qué tipo de pruebas realizan para confirmar un diagnóstico?

Toda valoración requiere de una adecuada anamnesis e historia clínica neurológica que permitan caracterizar el tipo de cefalea. Definir la intensidad, frecuencia, síntomas asociados, tratamientos probados, respuesta a los mismos, así como las comorbilidades de cada paciente. El estudio se suele continuar con una valoración vascular completa mediante un abordaje rápido, sencillo y eficaz con ecografía doppler. Posteriormente, se podrá completar la exploración con una prueba de imagen (TAC o resonancia magnética craneal) junto a una analítica completa. El objetivo también incluye descartar cefaleas secundarias a otras causas (vasculares, tumorales, infecciosas, inflamatorias, traumáticas), aunque el porcentaje de las mismas es claramente inferior al de las de origen primario.

7. ¿En qué se diferencia del abordaje «normal» de la cefalea?

La consulta específica o monográfica permite una aproximación más exhaustiva, precisa e individualizada de cada caso. A menudo, cuando una cefalea es mal tratada o mal diagnosticada, se cronifica. La escasez de tiempo o de recursos suelen ser los principales problemas. Además, se requiere de un conocimiento en profundidad de todos los tipos de cefalea, tanto primarias como secundarias, con el fin de evitar errores diagnósticos o infradiagnosticar dicho cuadro. Por otro lado, un aspecto de especial relevancia en una patología tan crónica y común como la cefalea, es dotar al paciente de conocimientos suficientes para un adecuado manejo domiciliario. A menudo les pedimos que lleven un registro de las mismas a modo de «calendario».

8. ¿Qué beneficios han notado con este abordaje específico?

La unidad pretende crear conciencia en torno al problema y también mejorar la calidad de la asistencia brindada a las personas que sufren cefaleas y el acceso a ella de forma más generalizada y universal.

9. ¿Cómo ha sido acogida?

Muy buena, con un número elevado de pacientes cada día.

10. ¿Cuántos pacientes han visto hasta la fecha?

La unidad ha permitido orientar la atención de forma más personalizada y adaptada a las personas con esta dolencia. De los pacientes que pasan por nuestras consultas más del 30-35% refieren este tipo de problema.